Aquello que repiten hasta la saciedad los entrenadores de cualquier categoría también sirve para otras facetas del juego. Al entrar en la última fase de un encuentro y meter hasta tres delanteros en el campo no te garantiza nada. De hecho, lo normal es que los puntas se queden mirando hacia atrás continuamente, con los brazos en jarras y suplicando, al menos, un balón. Pero sirve como coartada a no pocos inquilinos de banquillo: «Terminamos jugando con cuatro delanteros», como advirtiendo que nadie juega más al ataque. Al Córdoba CF le pareció algo parecido, pero al revés. Enrique Martín llegó a La Constitución y pensó que el punto que regala la Federación nada más iniciar el encuentro no era malo y, si encima ocurría «algo» en el área azulgrana sería la repanocha. Así que, ni corto ni perezoso salió con casi cinco centrales al campo del Yeclano: Fernando Román, Xavi Molina y Ángel Moreno, con una especie de líbero (más que mediocentro defensivo) en la figura de Chus Herrero y, por delante, Imanol García, a quien acompañaba José Antonio González. Sorprendían algunas cosas, como la renuncia a gran parte de la calidad o la predilección por la cantidad o apelotonamiento sobre conceptos tácticos de orden.

En cualquier caso, el Córdoba volvió a entregar el centro del campo al adversario y ante un Yeclano que jugaba en casa, con un poste como Iker Torre y algún que otro jugador que sabe tratar el balón como Álex Vaquero, eso suponía un peligro. En cualquier caso, la primera mitad transcurrió sin excesivas sorpresas ni sufrimientos. Un partido soporífero entre un equipo que no quería, el Córdoba, y otro que lo intentaba sin éxito, el Yeclano. Cierto que los locales transmitían mejores sensaciones, pero esa transmisión se debía, precisamente, a que eran los únicos que pretendían, con sus armas, llevarse los tres puntos.

Apenas un disparo de Castillo para los azulgranas (min. 16) y una buena jugada visitante que finalizó con un lanzamiento de Ortuño que obligó a Serna a internvenir fue lo único destacado en la primera media hora. Parecía que el partido estaba condenado al sueño y a la ausencia de goles, pero llegó la lección, inaprendida, para el Córdoba CF. Al filo del descanso, una jugada de Fenoll por la banda derecha del ataque del Yeclano finalizó con un pase al área que recibió Álex Vaquero, casi en el centro de la zaga blanquiverde, solo, por lo que el azulgrana, con toda la comodidad del mundo, cruzó el balón a Isaac Becerra, inalcanzable para el portero blanquiverde.

Era irónico que con casi cinco centrales, el Córdoba CF recibiera el primer tanto prácticamente por el eje de la zaga. El Yeclano se adelantaba en el marcador y, visto el planteamiento de Enrique Martín, metía al Córdoba CF en un problema serio. El balón parado no resolvió, porque José Antonio González lo intentó y estuvo a punto de encontrar el objetivo en alguna ocasión, como tras el primer tanto local, pero Serna anduvo atento.

A pesar de todo, el segundo acto se inició con los mismos protagonistas en uno y otro equipo. Parecía que el Córdoba CF salía con un puntito más por el balón que sirvió Owusu a González en el minuto 56, pero de nuevo Serna anduvo más rápido y desbarató el posible gol del empate. Al filo del 60’ entró Javi Flores en el campo, pero solo cuatro minutos después, un fallo en cadena de la zaga cordobesista facilitó el segundo tanto azulgrana, obra de Íñigo.

Ahora el problema para el Córdoba CF no era la sensación que transmitía, mucho mejor con la entrada del de Fátima y, poco después, con la de Antonio Moyano (74’), sino la distancia en el marcador. Un 2-0 y apenas un cuarto de hora por delante para deshacer todo lo que se había hecho mal antes. Antes, incluso, del inicio del encuentro.

Javi Flores puso un balón desde la esquina del área a Fernando Román (min. 72), pero el cabezazo del central se marchó alto. Otra jugada del capitán cordobesista terminó con un disparo de Juanto Ortuño que se marchó ajustado al larguero (min. 74). Tres minutos después entraba Gabriel Novaes y Javi Flores se iba a encargar de que el brasileño se estrenara como goleador con la camiseta del Córdoba CF. Recibió el balón casi en la divisoria, avanzó hasta línea de tres cuartos y abrió a la banda derecha para contactar con la incorporación de Fernández, que lanzó un gran centro al corazón del área para que Gabriel rematara de cabeza de manera impecable.

Al Yeclano empezaron a temblarle las piernas, sobre todo al ver que Javi Flores continuaba acaparando balón. Apenas cinco minutos después, el de Fátima botaba una falta desde la línea de tres cuartos, casi frontal, para que Xavi Molina cabeceara abajo. Serna pareció escurrirse y no logró detener el esférico, que se alojaba en las mallas azulgranas. En apenas seis minutos el Córdoba CF rescataba un punto. Pero aún pudo haber un extra. Ya en el descuento, Javi Flores recibía el balón en la frontal y filtraba un pase interior para que Antonio Moyano lanzara un centro raso que Serna desvió a córner cuando dos compañeros del canterano esperaban ya con la pierna armada.

No dejaba de ser llamativo que tras el 2-2 y merodear un balón por el área de Becerra, el portero blanquiverde sesteara con él, dando por bueno ese punto, visto lo visto desde el minuto uno. Pero lo que sí que dejó claro el encuentro en La Constitución es que queda mucho trabajo táctico por realizar, que no por defender con más se defiende mejor y que los buenos han de jugar siempre. Enrique Martín tuvo a Javi Flores para corregirle. Un punto.