Llegaba el mes de marzo del 2018 y el Córdoba, tras jugar la jornada 29, se situaba a ocho puntos de la salvación, uno menos de la distancia que marca ahora la permanencia con los blanquiverdes. Entonces, no eran pocas las voces que aseguraban que el Córdoba ya estaba en Segunda B. De hecho, un mes después, a inicios de abril y tras disputarse la jornada 33, los blanquiverdes aún estaban a cinco puntos de la permanencia, por lo que aún se afirmaba por bastantes aficionados que el esfuerzo realizado por la entidad blanquiverde fichando a ocho jugadores en la última semana del mercado invernal sería baldío. Pero es que llegó el mes de mayo y tras disputarse la jornada 38 y restando tan solo cuatro encuentros por disputarse (12 puntos), el conjunto blanquiverde seguía a cuatro puntos de la salvación. Aquella derrota ante el Huesca (2-4) había dinamitado las pocas esperanzas de bastantes aficionados y no veían a su equipo capaz de realizar lo que finalmente hizo. A cuatro puntos de la permanencia y con 12 por disputarse, el acelerón final del Córdoba debía ser de alta intensidad si pretendía quedarse en Segunda una temporada más. Pero lo hizo. Los blanquiverdes hicieron pleno en las últimas cuatro jornadas para irse hasta los 51 y «sobrarle» dos, ya que el primer equipo que descendió, con 48, fue la Cultural Leonesa, de cuyo estadio salieron los cordobesitas desplazados dando por hecho el descenso tras la derrota. De hecho, muchos aseguraban que aquel triunfo salvaba definitivamente a los leoneses, que con ese 2-1 en la jornada 37 acariciaban la plata un año más.

El Córdoba certificó la permanencia, precisamente, ante el Sporting, el visitante del domingo. Los gijoneses disputarían las eliminatorias de ascenso como cuarto clasificado y llegaron a El Arcángel con casi todo hecho y tras una recuperación espectácular con el Pipo Baraja: ocho victorias consecutivas entre las jornadas 28 y 35, un pleno de 24 puntos. Una racha a la que puso fin su eterno rival, el Oviedo, con victoria en el Tartiere por 2-1.

Ahora, el Sporting llega al coliseo ribereño con ganas de mantener un mínimo de esperanza en meterse en la pelea por el ascenso de nuevo y con el derbi asturiano después de su visita a El Arcángel. El Córdoba, por su parte, mantiene la ilusión de que el final de no hace mucho sea ahora el inicio de otro sueño.