En un lado, Lebron James, la estrella de los Cleveland Cavaliers, y sus amigos. En el otro, Stephen Curry, la referencia de los Golden State Warriors, con sus elegidos. El Partido de las Estrellas, el principal acontecimiento del fin de semana del All-Star, cambia de formato y abandona el enfrentamiento entre los mejores del Este y el Oeste por primera vez. Mediada la temporada, la NBA se toma un respiro antes de encarar la recta final hacia los 'play-off' con los Toronto Raptors al frente de la Conferencia Este y los Houston Rockets dominando en el Oeste.

La gran cita anual de las estrellas del baloncesto estadounidense se renueva con el propósito de recuperar el interés que se ha ido perdiendo en las últimas ediciones, en los que la fiesta y el espectáculo han ido ganando terreno al deporte y la competición, que antes eran su principal seña de identidad.

En la búsqueda de la fórmula que más enganche a la audiencia de un producto convertido en planetario, la NBA quiere cambiar esa tendencia, que llevó la pasada temporada a una sucesión de canastas y a un arrollador tanteo de 192-182 donde no existió el juego colectivo. Solo acciones individuales, mates, tiros lejanos y contrataques, con las máximas concesiones en un partido donde no existieron las defensas.

Votación popular

Con la elección de dos capitanes con los que el gran público pueda identificarse y también con la mezcla de jugadores del Este y el Oeste, la NBA busca darle el aire más competitivo que los fans desean.

Los 24 jugadores han sido elegidos, como sucedía en las últimas temporadas por aficionados, prensa y jugadores y obtuvieron el máximo apoyo en sus respectivas Conferencias. Y los dos más votados en cada una, Lebron James (que jugará su 14º edición, el jugador en activo con más presencias) y Stephen Curry, escogieron de forma alternativa los quintetos titulares y al resto de sus compañeros para esta cita que, en esta ocasión, no contará con presencia española.

Los responsables de la NBA quieren recuperar algunas de las imágenes que han marcado la historia del All-Star que este fin de semana, en el Staples Center de Los Angeles, llegará a su 67 edición.

En el recuerdo de todos está, por citar solo algunos, el emotivo regreso en 1992 de Magic Johnson tras anunciar que era portador del virus del sida y su particular pique con Isiah Thomas o el desafío entre Michael Jordan y Kobe Bryant en la edición del 2003 en Atlanta. También la imagen icónica en el 2015 con el salto inicial entre Pau y Marc Gasol en Nueva York.

Triples, mates, habilidades

El fin de semana se inicia en la madrugada de viernes a sábado con el All Star Celebrity, en el que se reúnen actores, leyendas del baloncesto y todo tipo de celebridades. Y también el Rising Stars Challenge (03.00 horas) una competición que enfrenta a una selección de los mejores jugadores de primer y segundo año de EEUU contra un combinado del resto del mundo, un formato que ha cuajado, aunque en este caso han sido baja por lesión con los dos mejores del último draft: Markelle Fultz (Sixers) y Lonzo Ball (Lakers).

La madrugada del sábado al domingo se celebrarán los concursos de habilidades, triples y mates (02.00 horas, Movistar + Deportes), en los que se vivirá el presumible pulso entre Paul George y Klay Thompson por llevarse el concurso de triples.

Algunas bajas

Pero el momento más importante será el Partido de las Estrellas en la madrugada del domingo al lunes (Movistar + Deportes, 02.00) entre los equipos de Lebron y Curry, en los que se ha producido cuatro cambios por lesión: Paul George (Thunder) sustituye a DeMarcus Cousins (Pelicans), Andre Drummond (Pistons) a John Wall (Wizards); Goran Dragic (Miami Heat) que será el 17º europeo en participar en un All Star entra por Kevin Love (Cavaliers) y Kemba Walker (Hornets) lo hará por Kristaps Porzingis (Knicks).