Se marchó El Niño. Se marchó Fernando Torres. Abandonó al balón vistiendo la camiseta del Sagan Tosu en Japón con una derrota ante el Vissel Kobe de Iniesta, que sufrió una lesión muscular, y Villa (1-6). "Cuando tenía 5 años empecé a jugar al fútbol con mi hermano. 30 años después juego mi último partido como profesional", escribió el exdelantero del Atlético, con su puño y letra, en una carta que dejó en cada uno de los asientos del estadio del Sagan Tosu.

"Miro atrás y casi no puedo creer todo lo que he vivido" (Torres)

"Miro atrás y casi no puedo creer todo lo que he vivido", rubricó Torres, el delantero que inició la época más gloriosa de España con aquel inolvidable gol, tras pase de Xavi, a Alemania que dio la Eurocopa del 2008. Quería dar las gracias al fútbol por haberme hecho tan feliz. Pero no quiero olvidarme de la parte más auténtica del fútbol, la que hace que este deporte sea tan maravilloso, los aficionados", apuntó el jugador, quien utilizó en su último partido una camiseta roja y blanca en honor al club, el Atlético, que inspiró su vida.

Noche de emociones

Una noche japonesa llena de emociones para un delantero, a quien el destino le permitió despedirse junto a Iniesta, con quien inició su carrera en las categorías inferiores de las selecciones españolas (ambos fueron campeones de Europa sub-16 en el 2001) y Villa.

Ya en el túnel de vestuarios, y tras abrazarse con Iniesta, empezaron las emociones. Tenía a Nora, Leo y Elsa a su alrededor, evocando la imagen de su regreso al ya derruido Vicente Calderón, cuando las cámaras de DAZN captaron un diálogo. "Último partido, ¿no?", dijo Torres. "Sí, y luego vacaciones", le contestó Leo con una delatora sonrisa consciente de que arranca una nueva vida para su padre.