La petición de la plantilla reusense de aplazar sus dos próximos compromisos ligueros, ante Málaga y Numancia, no prospera y a pesar de la complicidad de la Liga y la AFE (Asociación de Futbolistas Españoles), la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha emitido un comunicado anunciado la disputa de los partidos.

Revés, por lo tanto, para una plantilla desolada y moralmente hundida que, con la pérdida de seis efectivos, ha quedado en cuadro para visitar este próximo domingo al Málaga. Aún así, la RFEF ha explicado que sigue manteniendo el veto al club para ampliar la nómina de fichas federativas a la espera de una mejora en la situación financiera.

Hacia la deriva

Los problemas económicos están arrasando al club a la deriva y si el próximo 8 de enero Joan Oliver, máximo accionista del Reus, no paga los tres meses de deuda a David Querol y Jesús Olmo, que han denunciado a la entidad por el procedimiento abreviado, el equipo seguirá perdiendo efectivos y se sumarán a la lista formada por Fran Carbia, Edgar Badia, Tito Ortiz, Mikel Villanueva, Shaq Moore y Vitor Silva.

Xavi Bartolo, técnico reusense, ha mostrado este viernes menos optimismo que de costumbre ante el futuro de la entidad aunque se ha alegrado del comunicado emitido por la RFEF. "Yo no sé si este proyecto tendrá mucho tiempo más de vida pero les aconsejo a los jugadores que no tomen una decisión de la que puedan arrepentirse a nivel personal", ha advertido el entrenador catalán que a pesar de los repetidos golpes duros que está encajando el grupo sigue con la habitual dinámica de trabajo.

Más problemas

Pocos días de preparación para un equipo que ocupa actualmente la penúltima posición de la tabla ya que el grupo se reincorporó a los entrenamientos el pasado día 2 de enero. Los problemas y las bajas federativas del núcleo duro de la plantilla han pesado y mucho en unas sesiones en las que se ha hablado de todo menos del trascendental encuentro en tierras andaluzas. 12 son ahora las fichas que actualmente tiene el equipo del Municipal, el resto de la convocatoria la completarán los jóvenes del filial.

Mientras, Karim Yoda no tiene alta federativa y aunque forma parte de la plantilla no puede disputar partidos con la camiseta rojinegra. Difícil armar un 'once' con todos estos condicionantes para visitar a uno de los equipos llamados a luchar por ascender de categoría. Perder a más jugadores puede ser el principio del fin del conjunto del Baix Camp. El próximo 8 de enero se antoja decisivo para el devenir de un club con 109 años de historia. Mientras tanto, y hasta que el ritmo competitivo aguante, los jugadores deberán formar en el terreno de juego por orden de la federación.