El presidente de la Federación Francesa de Fútbol (FFF) anunció la suspensión provisional de Karim Benzema para la selección pese a que la acusación por complicidad de chantaje contra el madridista no está cerrada y que Francia no disputará encuentros internacionales hasta finales de marzo próximo.

Noel Le Graet envió un mensaje que tenía un claro destinatario, la jueza Nathalie Boutard, que instruye la investigación por el presunto chantaje a Mathieu Valbuena, que imputó a Benzema y que le prohibió entrar en contacto con la víctima.

En otras palabras, si la magistrada no acelera, Francia se verá privada en la competición que organiza en su territorio de su máximo goleador en activo, de su jugador de más prestigio que, además, está completando con el Real Madrid una brillante temporada.

El presidente de la FFF había apoyado hasta ahora públicamente a Benzema y su línea de conducta era la de proteger al jugador bajo el paraguas de la presunción de inocencia.

Le Graet confesó que la jueza no les ha permitido ser parte civil en el caso y, por tanto, no tienen acceso al sumario, por lo que su cambio de actitud no se basa en otros elementos que los publicados en los medios de comunicación.

Además, no había urgencia por descartar a Benzema, puesto que hasta marzo ningún internacional francés es "seleccionable" ya que no hay partidos internacionales.

Por eso, el mensaje desvelado por el carismático presidente de la FFF a dos días de que París albergue el sorteo de la Eurocopa parecía destinado a acelerar un proceso judicial de consecuencias imprevisibles.

Le Graet apostó todo a la absolución del jugador del Real Madrid y en su comparecencia se cuidó mucho de no dañar la imagen del atacante blanco.

En algunos momentos pareció incluso emocionado por tener que anunciar la suspensión a un jugador por quien dijo sentir una profunda "estima" y del que elogió tanto su valor humano como su calidad futbolística.

El patrón del fútbol francés se mostró convencido de que el caso está "vacío en tres cuartas partes" y que han sido los medios de comunicación los que lo han "inflado".

Apostó a que cuando Valbuena y Benzema se reúnan en el despacho de la jueza el caso se desinflará y, entonces, el jugador del Madrid volverá a tener abiertas las puertas de la selección.

A condición de que se cumpla otro de sus augurios, que Valbuena perdone a su compañero, contra quien tuvo palabras muy duras en la única entrevista que ha concedido sobre el caso, publicada el 27 de noviembre pasado en "Le Monde".

En su comparecencia ante los periodistas Le Graet midió las palabras para preservar lo esencial, que Benzema y Valbuena puedan volver algún día a la selección.

Incluso se mostró implacable con quienes exigían que fuera más duro contra Benzema, como el presidente de la Liga de Fútbol Profesional, Frédéric Thiriez, que pidió "firmeza" y a quien acusó de no conocer el mundo del fútbol.

Frente a esos cantos de sirena, pese a que no tenía urgencia en actuar, Le Graet pasó la presión a los tribunales y ganó tiempo para la selección, que aspira el año próximo a ganar por tercera vez consecutiva una competición internacional organizada en su territorio, como la Eurocopa de 1984 y el Mundial de 1998.

Le Graet pretende que esa gran competición entierre en el olvido un caso que puede dañar la imagen de una selección que en los últimos años ha sufrido de numerosos escándalos.

Llegar a la Eurocopa con uno nuevo no es el mejor augurio. Hacerlo sin su principal estrella, tampoco. Le Graet mete prisa.