La expedición del Barça deberá pasar este lunes, a su llegada al aeropuerto de Nápoles, un control de temperatura como medida preventiva tras la aparición del coronavirus en el norte de Italia y que ha causado un centenar de contagios, tres muertos y, en el plano futbolístico, la suspensión de tres partidos de la Serie A, amén de muchos más en categorías inferiores, hasta el punto de que se está estudiando proseguir con el campeonato con partidos a puerta cerrada.

El equipo de Quique Setién jugará el martes en el estadio de San Paolo la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones y, según informó la cadena ESPN, el Barça cumplirá con el protocolo establecido por las autoridades italianas para todos los pasajeros que lleguen en avión a Italia en los próximos días. Eso vale también para los aficionados que acompañen al equipo.

UNA CIRCULAR

El club catalán recibió una circular con la decisión tomada por el Ministerio de Sanidad de Italia y el protocolo que deberán seguir todos sus empleados que se desplacen a la ciudad sureña de Nápoles. La suspensión del partido fue descartada, puesto que el foco de la infección se encuentra en el norte del país, lejos del lugar donde se disputará el encuentro.

En el caso de que algún miembro de la expedición azulgrana tuviera fiebre sería trasladado a un centro hospitalario, tal y como indica el protocolo. De momento, no viajará Sergi Roberto, lesionado para varias semanas. Además de técnicos y jugadores se desplazarán empleados del club y un grupo de directivos.