Después del torbellino se empieza a ver la luz. Con el grupo, las fechas y el sistema de competición ya decididos, el Adesal Córdoba ha sentido una corriente de alivio. "Esto nos levanta un poquito la moral porque vemos la vuelta a la normalidad", admite Rafa Moreno, entrenador de un conjunto que retornó a la élite femenina del balonmano como campeón de su grupo en la División de Honor Plata. Le falta un detalle: formalizar la inscripción. Lo tiene encarrilado, aunque económicamente no se puede permitir ni un desliz propio ni un retraso ajeno en los compromisos. Si todas las piezas encajan como debe ser, el Adesal competirá a partir del mes de septiembre en la Liga Guerreras Iberdrola junto a los mejores conjuntos del país.

"El objetivo pasaría por mantenernos", dice Moreno, que subraya que "en esa lucha el sistema de liga ofrece dos turnos: en la liga regular, si nos clasificamos entre los cuatro primeros pues ya lo tendríamos conseguido; si no es así, pues nos tendríamos que meter en una segunda fase a partir de enero, con los cuatro peor clasificados de ambos grupos disputando una liga regular con los puntos arrastrados".

El cambio de sistema de juego en la Liga, que arrancará el 12 septiembre y concluirá el 29 de mayo, es visto por el Adesal como "un reto positivo" y "no una losa". Los dieciséis equipos participantes pasarán a dividirse en dos grupos de ocho conjuntos. El grupo B estará el cuadro cordobés teniendo como vecinos al BM Elche, Liberbank Gijón, KH-7 Granollers, Rocasa Gran Canaria, Salud Tenerife, Conservas Orbe Porriño y BM Morvedre.

En el grupo A figurarán el Super Amara Bera Bera, Mecalia At. Guardés, Rincón Fertilidad Málaga, Aula Alimentos de Valladolid, Zubileta Evolution Zuazo, Atlántico Pereda, Lanzarote Puerto del Carmen y el sustituto del Helvetia Alcobendas, que renunció a la categoría.

"Donde se va a estar el jaleo y se va a el objetivo va a ser a partir de enero", reconoce Moreno, que analiza el grupo que les tocó en suerte: "Sobre el papel es muy difícil, con equipos que en teoría pueden ser muy fuertes como es el caso de los dos canarios, el Salud y el Rocasa, y equipos que aunque han cambiado mucho vienen de éxitos como Gijón y Elche, que es subcampeón de Liga". "Vamos a intentar pelearlo equipos recién ascendidos como nosotros y el Morvedre, y otros que lo hicieron el año pasado un pelín regular, como el Porriño, además de uno ya consolidado como Granollers", apunta el técnico cordobés, quien considera que su grupo es "más difícil que el otro".

No hay temor en el Adesal, que saldrá a competir sin complejos. Los cuatro primeros de cada grupo se enfrentarán en una segunda fase por sistema de liguilla a partidos de ida y vuelta, para la que valdrán los resultados obtenidos en la primera fase, de la que saldrá el campeón de Liga. Por contra, los cuatro últimos de cada grupo se medirán en una segunda fase, que se jugará por el mismo sistema que el grupo por el título, para dilucidar los cuatro equipos que descenderán de categoría. "Creo que podremos hacer un equipo interesante y representar a Córdoba como abanderados del balonmano femenino", concluye el preparador cordobés.