"He necesitado buscar un rincón, aquí, junto al corralito, debajo del podio, para sentarme, para llorar tranquilo, sin nadie a mi lado, solo y, tal vez, quien sabe, empezar a entender todo lo que significaba esta victoria. Por eso necesitaba esos minutos para mi porque, aún y con todo, sigo sin entender nada de lo que me ha ocurrido, de pronto, en este año tan duro para todos. Solo espero, de verdad, de corazón, haber llevado un poquito de alegría, de ilusión, de pasión, de entretenimiento a todos los que están sufriendo esta pandemia y este maldito Covid-19, que también nos ha supuesto una presión añadida para todos nosotros", contaba Joan Mir (Suzuki), el flamante nuevo campeón, 'il capo', como le ha llamado el ganador de hoy, el italobrasileño Franco Morbidelli (Yamaha), que ha destacado que "Mir no ha cometido error alguno, ni siquiera en esta última carrera, y siempre, siempre, se ha creído que lo podía conseguir. Es el nuevo jefe, sí, ha sido el mejor en este maldito 2020".

Un Mundial bajo presión

Mir ha reconocido que llevaba mucho tiempo sin sufrir tanto, sin tener tantas dudas y, sobre todo, pensando que podía caerse en cualquier momento. "No me lo puedo creer, la verdad, no sé cuantos días, semanas o meses, necesitaré para entender lo que me ha ocurrido. No tengo ni fuerzas para celebrar todo lo que hemos conseguido, porque esto, sin Suzuki, sin toda la familia Suzuki, sin la fábrica de Hamamatsu, sin la familia de 35 personas que formamos el equipo, esto es imposible de conseguir".

El piloto mallorquín, de 23 años, el décimo campeón de Suzuki, reconoció que "hemos hecho hoy lo que teníamos que hacer y, después de un campeonato muy inteligente, consiguiendo, incluso, por fin, sí, por fin, la victoria que necesitaba, todo lo que hemos ahorrado y sumado durante el año nos ha servido para poder hacer esta carrera con la calculadora en la mano y ganar el título, que es lo que necesitabamos todos, no solo yo, en mi primera bola de partido, sino el equipo".

Sin muchas celebraciones

Mir reconoce que ha sufrido muchísimo "como ningún otro día, como ningún otro domingo". El mallorquín ha reconocido que ha sido muy duro sobrevivir a la presión y tensión de una carrera que era en solitario y podía ocurrirle todo. "La verdad es que ha sido una carrera eterna, que no acababa nunca, he sufrido susto bajo control. Hasta que no he visto el OK en la pizarra del muro no me he quedado tranquilo".

Al nuevo líder de Suzuki le sabe muy mal "no haber podido celebrar con todo el mundo, familia, amigos, colegas, público, afición, todo lo que nos ha pasado. Tal vez no he sido el más rápido a lo largo de todo el año, pero sí he sido constante en el podio y eso es lo que nos ha dado el título y, sí, ya pienso en el siguiente Mundial y medirse con Marc (Márquez), que tengo muchas ganas".

"Nadie sabe, nadie, lo que ha sido sufrir cada semana pasar el PCR para saber, luego, que era negativo. Esa presión, ese estres es durísimo, podíamos perder el título con solo un positivo y, por tanto, por eso sé, mejor que nadie, lo que es sufrir esa presión, de ahí que piense tanto, tanto, en los que han sufrido y sufren esta tremenda plaga", señaló Mir.