El catalán Aleix Espargaró (Aprilia), de 28 años, se convirtió en el gran protagonista de la primera jornada de entrenamientos del Gran Premio de Australia, que se celebra, de momento, bajo un intenso sol aunque, eso sí, fuerte viento y un frío más propio del invierno que de la primavera australiana que estamos viviendo. El mayor de los hermanos de Granollers y su modesta, casi artesanal, pequeña (como fábrica) Aprilia se colocó por delante por apenas 5 milésimas de segundo de Marc Márquez y 97 milésimas con respecto a Andrea Dovizioso), dos de los grandes candidatos al título, que han sido velocísimos desde el minuto uno.

Espargaró, que debió cambiar su motor porque no le gustaba nada el rendimiento del de su primera moto, estaba eufórico, «mucho más por los chicos, a los que tendrían que haberles visto la cara cuando he entrado en el box, y por la gente de la fábrica, en Noale (Italia), donde no se dan tregua y, cuando se han levantado, han visto que la moto en la que trabajan día y noche ha podido con todas las demás, que por mí, la verdad».

Los otros dos candidatos, Márquez y Dovizioso, separados por 11 puntos, se sintieron tan felices como Aleix. Este dúo piensa, muy especialmente, en la carrera, de forma que sus dos primeros entrenamientos de ayer fueron encaminados en primer lugar a lograr un buen tiempo. Además también experimentaron con el viento y el frío para saber si, como parece demostrar Dovi y su Ducati Desmosedici, se puede correr, mañana, la carrera con el neumático blando. «si Dovi puede, nosotros deberíamos de trabajar duro el sábado para conseguirlo», sentenció Márquez.

Se da la circunstancia de que los 16 primeros, de Aleix (Aprilia, 1.29.225 minutos) al británico Scott Redding (Ducati, 1.30.140), están separados por solo un segundo, ni siquiera eso, por 0.915 segundos. Márquez y Dovi, que ven «muy bien, mucho» a Maverick Viñales (Yamaha, quinto, 1.29.423), tercero en discordia, creen que tanto Maverick como Johann Zarco (Yamaha, octavo, 1.29.667), al que algunos pilotos quieren amonestar por su agresividad en la pista, pueden ser posibles rivales en el inicio de la carrera de mañana.

Preguntados por el tipo de final que quieren, Márquez y Dovizioso coincidieron que no quieren mucho lío, que prefieren jugársela, de nuevo, como ocurrió en Austria y Japón, en un cuerpo a cuerpo.

Espargaró insistió en el valor que tiene su primera pole position en un viernes de gran premio. «Insisto en ese tremendo valor porque Aprilia no es Suzuki (su anterior equipo) y todo cuesta mucho. El año pasado hicimos una moto nueva y a los chicos les costó mejorarla. Ahora yo ya me voy haciendo con ella y, aunque tiene cosas que mejorar, lo importante es que todos, fábrica, equipo y yo, mantengamos las ganas como las mantenemos e, incluso, crezcamos en ilusión. Es maravilloso dar pasitos, aunque sean cortitos, pero llevamos muchos, muchos, grandes premios estando delante».