La selección española de balonmano tratará esta tarde (18:15) ante la de Eslovenia un nuevo paso hacia las semifinales del Europeo de Croacia, en un encuentro que en el que deberá refrendar la buenas sensaciones defensivas que dejó ante Macedonia.

Una mejoría defensiva que se cimentó en el regreso, tras numerosas probaturas durante la primera fase del torneo, al eje central de la zaga de la pareja formada por Viran Morros y Gedeón Guardiola.

Esa formación, como dejó entrever el seleccionador español Jordi Ribera, podría no repetirse mañana, ante las veloces transiciones del equipo esloveno, lo que complicaría notablemente los dos cambios ataque-defensa a los que obligan la presencia de Morros y Guardiola en la defensa.

«El partido con Macedonia nos fue muy propicio porque su ritmo de juego nos permitió realizar, incluso, hasta tres cambios ataque-defensa, pero no todos los partidos son iguales y Eslovenia nos va a correr para dificultar esos cambios, por lo que nos tendremos que adaptar para mantener el nivel defensivo», señaló Ribera. En este sentido, uno de las principales objetivos del conjunto español será aplacar el frenético ritmo que impone a su ataque la selección eslovena, tanto con sus veloces transiciones, como en ataque estático, en el que los balcánicos se mueven al ritmo que marca el eléctrico Miha Zarabec.

«Es un jugador que es difícil de marcar, porque tácticamente es muy bueno. Además tiene muy buenos cambios de dirección y juega muy bien por los pivotes. Es el jugador que le da ritmo al ataque y será un punto importante a tener en cuenta», advirtió el preparador español.

Los eslovenos fueron los verdugos de los hispanos en el pasado preolímpico.