La selección española sub-18 de waterpolo tuvo que conformarse con la medalla de plata en el Mundial de la categoría disputado en Hungría, tras caer ayer por 8-9 ante Grecia en una final en la que los de Javier Sánchez-Toril no pudieron culminar la remontada. Si ante Hungría en las semifinales España fue capaz de enjugar una diferencia de hasta tres goles, ayer en la final el equipo español no pudo neutralizar la renta de tres tantos (4-7) con la que su rival llegó al descanso. Y eso que España, liderada por un espectacular Bernat Sanahuja, autor de seis goles, dispuso en los últimos minutos de dos claras ocasiones para igualar la contienda.

Pero ni Lluc Bertrán, el héroe de la semifinales, ni Oscar Asensio que no llegó por milímetros a palmear un balón que parecía destinado al gol a falta de 40 segundos, pudieron batir la portería helena.