No quiso Luis Carrión exhibir demasiados halagos, pero sí dejó uno especialmente llamativo, cuando aseguró que era complicado ver a un equipo jugar como el Córdoba. «Lo digo alto y claro».

Pero antes quiso valorar el triunfo, muy necesario por las victorias previas de sus rivales directos. «Nadie se salva de una situación mala viendo lo que hacen los demás, por eso ha sido importante la victoria».

Él mismo reconoció que el triunfo llegó, quizá, cuando menos lo merecían. «Sí. La verdad que la primera parte hemos sido mejores. En la segunda, la situación no es fácil, hay que entenderlo, los jugadores han dado la cara, pero cuando gana un equipo suele ser merecedor de ello, por algún motivo u otro», sostuvo.

Sobre la lesión de Piovaccari no quiso comentar nada. «No sabemos nada».

Tampoco quiso polemizar con el comportamiento de la afición. «No voy a hablar de eso. Estoy agradecido porque cuando salen nubes hay un rayo de sol que se filtra, y el público ha sido respetuoso. Mucha gente apoya, me manda mensajes de ánimo, y eso es lo que más valoras. Cuando las cosas van mal se agradece todo el apoyo. La gente me anima por la calle, en Sevilla nos animaron, y esperemos corresponderles», deseó.

Más allá de los tres puntos, la victoria genera otros aspectos positivos. «Supone una inyección de moral, diez puntos de doce en casa, cuando veníamos de una racha mala, nos pegamos al Elche... La primera parte ha sido buenísima, pero hay que seguir, que son solo tres puntos».

Por último, Carrión quiso hacer una pequeña reflexión. «Me importa mucho el camino que se hace para una victoria. Hay poco que reprocharle al equipo. Lo importante es que siempre se pelee, que se deje la vida. A veces la victoria nubla. Hay días que estuvimos mejor y perdimos. He visto todos los partidos esta jornada y es difícil que un equipo juegue así en Segunda, estarás más o menos acertado, pero es difícil».

Por su parte, el técnico del Elche, Alberto Toril, aseguró que la derrota de su equipo había sido injusta. «Solo nos faltó marcar porque nosotros tuvimos las únicas ocasiones claras», recordó. «El Córdoba empezó bien el partido, pero luego, con el marcador parejo, se echó atrás, estuvieron dubitativos en la parte de atrás y ahí debimos hacer el gol», se lamentó. «El Córdoba no hizo méritos para ganar.

Héctor Rodas, autor del gol del triunfo, bromeó con la chilena que originó el tanto. «Esto para mí es el pan nuestro de cada día», exclamó. «Lo he intentado alguna vez, pero me había salido un churro». En la celebración, con recuerdo para Cisma, se le montó el gemelo. «Pero pude aguantar. Este equipo tiene personalidad», añadió.

Si había otro un hombre feliz ese era Deivid, que volvía a los terrenos de juego seis meses después de sufrir una grave lesión. «Ha sido la vuelta soñada. El médico que me operó me dijo que volvería a mitad de mayo y diez o quince minutitos, y mira», se enorgullecía. «Además, dejamos la portería a cero, ganamos y salimos del descenso».

Deivid quiso comentar la pitada que cada semana se oye en El Arcángel. «Sabemos que las cosas están revueltas, el minuto 54 se escucha en todos lados, pero qué vas a decir. Llevo siete meses fuera y he escuchado unas cuantas; es solo un minuto, el resto (la afición) está con nosotros, y se lo pedimos, les necesitamos»