Dicen los que saben de esto del balompié que los partidos se ganan en el centro del campo y se pierden en la defensa. Y ayer, el Córdoba fue superado en la medular por un Numancia que impuso su mucho oficio, y tuvo errores de bulto atrás que le costaron el partido.

Ambos conjuntos saltaron al césped de Los Pajaritos con cautela, a sabiendas de lo mucho que estaba en juego. Los sorianos, con la idea de vencer para meterse en play-off, y los blanquiverdes con el objetivo de seguir acercándose a la permanencia. Durante los primeros 25 minutos de partido el esférico fue del Córdoba. Tocó y tocó la pelota ante un Numancia bien replegado, con las líneas bien juntas y con Diamanka e Íñigo Pérez haciendo la raya delante de la defensa. Los visitantes lo tenían muy claro: su plan era coger despistada a la defensa del Córdoba, hacer transiciones rápidas y aprovechar los espacios entre líneas. El primero que rompió la zaga blanquiverde fue Pere Milla, muy activo todo el partido, que en el minuto 23 se quedó solo ante Kieszek. Milla cruzó el balón, que se marchó muy cerca de la portería defendida por el polaco. Era el primer aviso de lo que estaba por venir, ya que la zaga del Córdoba no tuvo ayer su mejor tarde. En el 29’, una falta lateral botada por Íñigo Pérez la tocó Aythami en el primer palo, y el balón besó la red. Era el primer tanto del partido.

Sin embargo, los cordobesistas no se arrugaron, y dos minutos después un sensacional pase filtrado desde su campo por Edu Ramos lo aprovechó Jovanovic, que en uno de sus característicos desmarques al centro se quedó franco ante Aitor. El serbio definió con tranquilidad, bajo y raso, y puso el empate en el marcador. Para aquel entonces el partido ya se había desatado, con Reyes incapaz de bajar a asistir en defensa, y Aguado sobrepasado por la responsabilidad de tener que sacar el balón jugado y trabajar cuando la pelota la tenía el contrario. Desde entonces y hasta el final, el centro del campo del Numancia se adueñó del partido, que no del balón, y trazó contragolpes bien estudiados. Así llegó el gol del definitivo dos a uno. Error en la salida del Córdoba, desmarque de Marc Mateu, que se incorporó al ataque y cogió la espalda de Loureiro - que ayer hizo uno de sus partidos más discretos - y regate a Kieszek. El polaco erró en salir cuando el lateral numantino estaba escorado y con poco ángulo para rematar a puerta. Mateu lo aprovechó y asistió a Guillermo, que remachó a placer dentro del área pequeña.

El descanso sirvió para poco, ya que el inicio de la segunda parte fue un vendaval de ocasiones locales. El Córdoba le perdió el pulso al partido y se movía ya por impulsos, abusando del balón en largo para tratar de romper al uniformado centro del campo del Numancia. Así, en el minuto 54 Javi Galán tuvo que lanzarse al suelo para evitar que Valcarce, que ya había controlado dentro del área, chutase. Y en el 63’ Kieszek hizo una de las paradas de la tarde a un testarazo muy bien dirigido por Valcarce, que picó la bola, aunque el polaco, con el pie, desvió el balón a córner.

Sandoval se dio cuenta de que su equipo estaba siendo superado en la medular e introdujo a Alfaro de refresco por un desaparecido Narváez. El de Humanes intentaba tener más presencia por el medio y liberar más si cabe a Reyes, pero el utrerano estaba por entonces demasiado cansado. Aún tuvo tiempo de lanzar una de sus magistrales faltas, que encontró a Aythami en el segundo palo, libre de marca. En ocasiones anteriores, el central canario habría rematado de cabeza y habría superado a Aitor, pero ayer no era el día. Saltó mal y conectó peor su remate, que se marchó muy alto. Era el aviso de que el Córdoba sufría, pero estaba vivo.

El partido se decidió más por los fallos que por los aciertos, ya que el equipo rojillo pudo sentenciar el partido en varias ocasiones claras. En el minuto 71, Guillermo se encontró una bola dentro del área y trató de colocarla en la escuadra. El tiro fue bueno, pero se marchó fuera por poco. Dos minutos después fue Pere Milla el que pudo ampliar distancias, tras un (nuevo) despiste de la defensa blanquiverde. Milla se quedó solo ante Pawel, aunque estuvo demasiado inocente y trató de tirar una vaselina que le leyó bien el portero polaco, que se quedó con la pelota. Dos minutos después tuvo el Córdoba la ocasión más clara para empatar el partido. Guardiola se anticipó a la defensa rojilla, tiró de velocidad y se quedó delante de Aitor. Nuevamente, se demostró en esa jugada que no era el partido del Córdoba. El pichichi cordobesista le pegó bien, ajustado a la izquierda de Aitor, pero el portero local sacó un pie providencial, tocó lo justito la pelota y permitió que esta se estrellase en el palo antes de marcharse fuera.

Sandoval intentó refrescar nuevamente el centro del campo, dando entrada a Aguza. El mediocentro catalán estuvo a un nivel bajo la pasada jornada, ante el Oviedo, y fue el sacrificado en el once del técnico madrileño. Sin embargo, no le salió el plan de meter a Aguado, que aunque aguantó los 90 minutos en el terreno de juego, tuvo problemas a la hora de correr hacia atrás y mal posicionamiento táctico. Aún tuvo tiempo de salir en los minutos de la basura Eneko Jáuregui, al sustituir a un Quintanilla muy gris, pero el vasco no tuvo ninguna ocasión clara para poner a prueba a Aitor. El Córdoba cayó en Los Pajaritos con justicia, porque estuvo débil en defensa, gris en el centro del campo y fallón en las pocas ocasiones que tuvo en ataque. La derrota de la Cultural, sin embargo, deja el decimonoveno puesto a la misma distancia, un punto. Toca seguir remando.

Ficha técnica

2 - Numancia: Aitor, Medina, Dani Calvo, Gutiérrez, Saúl García, Diamanka, Íñigo Pérez, Valcarce, Pere Milla, Marc Mateu, Guillermo.

1 - Córdoba: Kieszek, Loureiro, Quintanilla (Eneko, min. 87), Aythami, Javi Galán, Edu Ramos, Álvaro Aguado, Jovanovic, Reyes (Aguza, min. 79), Narváez, (Narváez, min. 65), Sergi Guardiola.

Goles: 1-0 (29') Aythami, en propia puerta; 1-1 (31') Jovanovic; 2-1 (39') Guillermo.

Árbitro: Juan Luis Pulido-Santana (canario), mostró amarillas a Markel, Jovanovic, Loureiro y Quintanilla.

Campo: Estadio Los Pajaritos.

Asistencia: 2.961 espectadores, unos 300 cordobesistas.