El Tottenham de José Mourinho y el Chelsea de Frank Lampard son, claramente, los dos peores equipos que le podrían tocar al Barça para los octavos de final. Hoy, a las 12.00 horas, se conocerá el nombre del próximo rival. El Barça y el Valencia son los representantes españoles que han cerrado la liguilla como primeros. La lista de los posibles adversarios para el Madrid pinta mucho peor: Liverpool, Manchester City, Juventus y Bayern de Múnich.

No por ser el Tottenham y el Chelsea viejos conocidos y a los que se ha vencido en los últimos duelos suaviza la peligrosidad de un emparejamiento. Es de sobras sabido por los culés el tipo de enfrentamientos que suele preparar Mourinho, como también se ha escrito mucho de la incomodidad que ofrece la visita a Stamford Bridge, un lugar de agridulces recuerdos. El consuelo barcelonista es que las amenazas inglesas del Madrid son el Liverpool, el campeón, y el City de Pep Guardiola.

UN TRIUNFO DE ‘MOU’

Mourinho ha reactivado a los decadentes Spurs de Mauricio Pochettino, aunque el pase estaba encarrilado con el argentino. Mou solo ha firmado el triunfo sobre el Olympiacos, con el mérito añadido de haber remontado un 0-2. El Barça venció al Tottenham por 2-4 en Londres y cedió un 1-1 en el Camp Nou que clasificó al once inglés y le abrió el paso que terminó en la final.

En contraste con la experiencia del portugués, su antiguo discípulo Frank Lampard debuta como entrenador en la élite al frente del Chelsea que les reunió en el pasado. Lampard está rejuveneciendo al equipo, que destaca por su irregularidad. La atención en la Champions se dividirá con la que debe prestar en la Premier para asegurar una plaza en la próxima edición.

El último precedente del Barça con el Chelsea (17-18) sonrió a los azulgranas, que empataron en Londres (1-1) y golearon en Barcelona (3-0). Más reciente es la experiencia con el Lyón (18-19) y muy parecida: 0-0 en la ida y 5-1 en el Camp Nou. La mayor incógnita será el Nápoles, recién destituido Carlo Ancelotti. Gattuso se estrenó el pasado sábado con un empate.

Hoy, los equipos españoles comienzan a visualizar el camino más complicado hacia la Orejona: el de las eliminatorias.