El delantero del Extremadura Enric Gallego es una de las opciones más plausibles encima de la mesa de Luis Oliver, director deportivo del Córdoba, para reforzar la delantera del equipo blanquiverde. El espigado ariete del equipo extremeño -mide 1,90 metros- explotó tarde, ya que solo en la pasada temporada, cuando ya se acercaba a los 31 años, logró una cifra de goles destacable en la Segunda División B. En la primera vuelta marcó 18 goles con el Cornellà, y tras el mercado invernal otros diez con el Extremadura en la Liga regular, además del que anotó en el play-off aún en disputa. Gallego no tiene por detrás un largo historial de lesiones, por lo que su explosión tardía es inexplicable, aunque se asemeja a la de futbolistas como Rubén Castro, que hasta que no encontraron el ambiente idóneo no llegaron a su máximo rendimiento. Desde Almendralejo se apunta a que es un hombre reservado y tímido que por fin ha en contrado un lugar donde se siente a gusto.

A pesar de que es un ariete alto y corpulento, Enric Gallego no es para nada torpe técnicamente, se maneja bien en el juego combinativo y es ducho en el último pase. Sus principales virtudes son las propias de un delantero de área: domina con facilidad el juego de espaldas, es un buen rematador, zurdo y también dispone de un buen remate de cabeza. Gallego es un futbolista inteligente en el juego posicional y pese a su envergadura es rápido, lo que le permite no solo jugar como ariete en el área sino aprovechar los espacios para acompañar a los extremos a la contra. Desde Extremadura se asegura que el fubtolista

está contento en el equipo azulgrana y que vería con buenos ojos continuar allí en caso de ascenso. Su nivel actual le permite jugar en Segunda División y si el Extremadura no sube en la promoción la principal opción sigue siendo el Córdoba.