La regularidad es el reto para Curro Torres. La llegada del técnico de Ahlen ha dejado, en sus tres primeros partidos de Liga, algunos conceptos claros. El primero, que al conjunto blanquiverde le ha costado mantener una línea durante los 90 minutos de juego, mostrando siempre caras diferentes en las primeras partes con respecto a las segundas.

Ocurrió en Lugo, con un 2-0 al descanso que puso muy cuesta arriba la consecución de algo positivo, aunque el gol de De las Cuevas y la actuación del equipo en el segundo acto mantuvo las esperanzas. También volvió a pasar ante el Elche, con una primera parte floja que dio paso a otros 45 minutos diferentes, aunque insuficientes para lograr la victoria. Y algo parecido ocurrió en Zaragoza, dentro de un partido de perfil bajo en el que en los últimos minutos los blanquiverdes bien pudieron llevarse el triunfo. Tres goles encajados en tres partidos dejan la media muy por debajo de la del resto de la Liga, pero los dos tantos sumados, ambos de De las Cuevas, también muestran a las claras que el equipo tiene un problema de gol. De hecho, el técnico blanquiverde mandó claros mensajes en forma de convocatorias y onces titulares. Se dejó a Erik Expósito en casa y sentó a Piovaccari, dándole apenas tres minutos en La Romareda. Quizá por ello, Torres se plantea un mayor protagonismo por las bandas, necesarias para un equipo que tiene un claro problema con el gol y la manera de llegar a las inmediaciones de las áreas rivales sea recuperando un dibujo desechado a inicios de temporada por su antecesor, que argumentó que la ausencia de Edu Ramos obligaba a olvidar la defensa de tres centrales.

La recuperación de Luis Muñoz puede terminar con dos vertientes: con la inclusión del malagueño como mediocentro defensivo o recuperando la citada defensa de tres centrales, toda vez que Curro Torres dejó también muy claro que Jesús Valentín es el cuarto central del equipo. No hay que olvidar que en verano, dentro de los problemas para la confección de la plantilla, esta se confeccionó con la idea de que el esquema base del equipo sería, precisamente, con dos carrileros y tres centrales. A pesar de que Curro Torres apenas ha utilizado ese esquema en sus anteriores equipos, el de Ahlen lleva días valorando esa posibilidad. Tenía claro que no se implantaría en Zaragoza, pero no es algo que descarte completamente en alguno de los dos próximos compromisos, en Reus y en El Arcángel ante una UD Las Palmas que sigue en crisis a pesar del cambio de entrenador.

Todo dependerá, primero, de la completa recuperación de Luis Muñoz, que parece que estará ya disponible para el duelo del próximo sábado, de la reincorporación de José Manuel Fernández y también de que la curva de mejora del equipo, ahora excesivamente suave, ofrezca un pico más vertical para poder evolucionar, tanto en el juego como en los resultados. Pero todo pasará por intentar estabilizar en lo posible al equipo, sobre todo en el aspecto defensivo. En los tres partidos ligueros con Curro Torres el Córdoba ha encajado tres goles, a una media de uno por encuentro, una cifra muy por debajo de los números defensivos mostrados por el conjunto blanquiverde hasta ahora. El reto del de Ahlen será mantener e incluso reducir esa media y acometer el reto de los números ofensivos. La presencia en área es mayor incluso en partidos tan de bajo perfil como el de La Romareda, pero la falta de contundencia persiste. En cualquier caso, lo primero es la defensa y en ese apartado se valora volver a la defensa de tres centrales.