El vuelo chárter QR7493 de Los Ángeles con destino a Melbourne hizo saltar las primeeras alarmas en la organización del Abierto de Australia después de que dos de sus pasajeros, uno de ellos el mexicano Santiago González (155 clasificado mundial), dieran positivo por covid-19 en las pruebas realizadas tras aterrizar en la capital del estado australiano de Victoria.

Los dos positivos acarrearán consecuencias nefastas a todos los integrantes del vuelo de cara a preparar el primer Grand Slam del año que empieza el 8 de febrero dado que su única forma de entrenar será mediante el uso de bicicletas estáticas instaladas en las habitaciones donde se confinarán durante catorce días.

Entre los integrantes del vuelo se encontraban la bielorrusa y exnúmero uno del mundo Victoria Azarenka, la estadounidense Sloane Stephens y el japonés Kei Nishikori.

Confinamiento absoluto

"El delegado de sanidad ha revisado el vuelo y ha determinado que todos los pasajeros deberán aislarse en sus habitaciones durante catorce días", confirmó la organización del torneo, lamentando del mismo modo que no podrán entrenarse en pista durante este periodo de tiempo.

En el mismo vuelo se encontraba el estadounidense Tennys Sandgren, quien aclaró este viernes que sus resultados fueron positivos por covid-19 porque contrajo el virus en noviembre.

"A pesar de que no es un caso de riesgo de transmisión, las personas que se han recuperado pueden presentar ciertos fragmentos virales por un tiempo y es por ello que puede desencadenar en otro resultado positivo", explicó un portavoz del programa de cuarentena llevado a cabo en el estado de Victoria. La situación afectará también a otras 24 personas que estuvieron en contacto directo con los dos positivos.

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