Nadie duda a día de hoy del poder que tienen los mensajes a través de las distintas redes sociales y sobre todo, el trasfondo de su contenido y lo que realmente quieren expresar a través de un tuit o una foto en Instagram, principalmente. Y esa repercusión es aún mayor cuando se trata de una persona expuesta a la opinión pública como lo es un futbolista profesional.

El descenso del Córdoba a Segunda B 12 temporadas después ha generado multitud de reacciones en estos nuevos canales de información. Y en la primera plantilla eso también ha calado puesto que han sido varios los futbolistas que han querido explicar sus sensaciones al término de esta temporada, generando todos ellos una gran repercusión. Así, el portero Marcos Lavín publicó en Instagram su deseo de que en el Córdoba «se hagan las cosas bien desde el principio sin mentiras y con ambición porque esta ciudad y los cordobeses lo merecéis».

Esa línea siguió el mensaje de despedida de uno de los capitantes del club, Javi Lara. El montoreño aseguró que «los dos últimos partidos en casa fueron dolorosos y espero que eso no se vuelva a repetir porque nadie lo merece». Lara mostró su crítica al decir que «no hemos estado a la altura de una competición exigente ni como club ni por supuesto como equipo» y sentenció que «esto no es el Córdoba».

Antes de marcharse al Valladolid, Álvaro Aguado también escribió su carta de despedida en la que desgranó que «una temporada que parecía ilusionante, ha terminado en un auténtico desastre con miles de problemas desde el primero y hasta el último día y con un merecido descenso del que asumo parte de mi responsabilidad». El contrapunto a estos mensajes fue la despedida de Carillo, que ha recibido numerosas críticas al lanzar solo un mensaje de apoyo al Cádiz, su último club antes de llegar a Córdoba.