El Córdoba parece haber agotado la paciencia o la capacidad de aguante de su afición o, como mínimo, de la ciudad. Los números de la asistencia a El Arcángel de esta temporada son la línea continuista de la que se marcó la pasada temporada.

Entonces, allá por mayo, se hicieron cuentas y la media de asistencia en la segunda vuelta de la pasada temporada no llegaba a los 10.700 espectadores. De hecho, unos días después de haber realizado la media, visitaba el coliseo ribereño el Mirandés, en un partido vital para la salvación. Y la asistencia continuaba cayendo, ya que no se llegó a los 10.400 espectadores, por debajo de lo que marcaba la media desde enero. Más de 5.000 abonados, uno de cada tres, se quedaban en casa desde el nuevo año, ya que el club informó de que eran 15.755 los cordobeses que acudieron en verano a la llamada de una temporada que debía ser la del ascenso. O de repetir, al menos, el play-off.

En esta temporada la línea marcadamente hacia abajo prosigue. El club no dio cifras oficiales de abonados en esta temporada y se quedó en torno a los 11.000, aunque posiblemente haya rebasado los 12.000. En cualquier caso, el pasado domingo la entidad blanquiverde facilitó el dato de asistencia al encuentro: 8.165 espectadores, lo que supondría un absentismo de al menos el 25% de los abonados. Esos 8.165 suponen la cifra más baja de asistencia al estadio municipal en los últimos tres años y no es sino el colofón -por ahora- del pésimo arranque de temporada.

En tan sólo seis partidos de la 2017/18 el Córdoba ha perdido casi 3.500 asistentes. Así, en el estreno liguero ante el Cádiz se dieron cita en el estadio más de 11.500 aficionados. En el siguiente compromiso en casa, el Córdoba recibió al Zaragoza y casi se calcó la cifra: 11.194. Ambos encuentros se saldaron con sendas derrotas. Ya en el tercera partido casero, ante el Tenerife, se perdieron 1.500 espectadores con respecto al debut liguero, ya que asistieron a El Arcángel 10.091 espectadores. Con el equipo oficialmente instalado en crisis, la siguiente visita correspondió al Alcorcón, que vio cómo en el campo rival había 9.514 espectadores, una cifra que se calcó en el último encuentro de Carrión como entrenador, ante el Nástic: 9.672. El relevo en el banquillo, la situación del equipo -en descenso- y la línea marcadamente descedente del rendimiento deportivo en los últimos años, que ha repercutido también en el número de abonados, ha dejado hasta ahora la cifra más baja en años: 8.165. Una desbandada que en caso de persistir la crisis deportiva, irá aumentando.