Ousmane Dembélé ha decidido acelerar su llegada al Barça por la vía de echarse al monte. El francés del Borussia de Dortmund no acudió ayer al entrenamiento con su equipo, que lo declaró «desaparecido», para apremiar al club alemán a que acceda a venderlo. La medida de fuerza del extremo, de 20 años, alborotó el día en ese mercado en el que el Barça intenta fichar a un sustituto de Neymar.

Obligado por la fuga del brasileño, el club azulgrana sale de compras grandes en muy mal momento. La propia operación Neymar ha inflado la burbuja hasta extremos grotescos. Todos saben que el Barça posee 222 millones y quieren sacar tajada de una coyuntura infladísima. Así ha ocurrido con el Liverpool, al que 100 millones le parecen insuficientes por Coutinho, y ahora con el Dortmund, que ayer rechazó formalmente la oferta azulgrana por Dembélé, que ronda esa cantidad.

VA PARA LARGO

Los futbolistas -tanto Coutinho como Dembélé- desean ir al Barça, y con ellos y sus agentes hay acuerdo. Por eso la entidad azulgrana ya había dado pasos para organizar una presentación hoy mismo, pero los clubs no quieren dejar pasar la ocasión de hacer dinero y la negociación se prolonga. «Va para largo», aseguran fuentes del club.

El Dortmund fichó hace un año a Dembélé por 15 millones al Rennes, y en algún punto de ese acuerdo está parte de la respuesta a la actitud de rebeldía del jugador. El Barça ha explicado que intentó ficharlo en el 2016, pero él no quiso porque se veía estrellándose contra el muro del tridente y pasándose la vida en el banquillo. Ahora sí quiere vestir de azulgrana y, al parecer, el club alemán se habría comprometido hace un año con Dembélé -de palabra- a facilitar su marcha en caso de que algún grande fuese a buscarlo. El jugador y su entorno entienden que el alto precio que el Dortmund pide por él no facilita precisamente su salida y de ahí su espantada de ayer.

COMPRAR ANGULAS

Los partidos oficiales comienzan ya (este domingo y el miércoles, la Supercopa contra el Madrid; el domingo 20, la Liga contra el Betis) y el Barça parece obligado a comprar las angulas el 31 de diciembre por la tarde. Sin embargo, el club tiene una palabra fetiche: paciencia. Se entiende que este primer portazo del Dortmund (al igual que el del Liverpool por Coutinho) forma parte de la estrategia y obligará a una reformulación de la oferta.

Paralelamente, Dembélé y / o Coutinho deberán seguir el modelo Mascherano, es decir, presionar a sus respectivos clubs. En su momento (2010) es lo que hizo el argentino en el Liverpool, y acabó viniendo, mientras que Verratti no utilizó esa baza y ya sabemos cómo terminó la historia. A Dembélé la rebeldía por ahora le costará una multa y no ir convocado en el partido de Copa que el Borussia de Dortmund juega mañana contra un equipo aficionado. Otro largo culebrón no ha hecho nada más que comenzar en el entorno del Camp Nou.