La Cultural Leonesa jugó por primera vez en una Córdoba que celebraba la Romería de Linares, que inauguraba «solemnemente» el Hotel Maimónides, que ultimaba el programa general de festejos en mayo y en el que una de las noticias más comentadas, a nivel nacional era sobre Gibraltar, ya que «la postura inglesa no ha variado respecto a la colonia». Será cierto que la vida no ha cambiado tanto.

Bermúdez, el técnico leonés, fue tan seco en el canutazo a los periodistas como la clasificación que reflejaba su equipo, penúltimo en la tabla, a pesar de haber arrancado un empate a dos goles. «Enhorabuena, míster». «¿Por qué? El empate no nos sirve de nada». Le preguntaron qué le pareció el Córdoba. «Muy flojo. En el fútbol no se vive del nombre ni de la historia y ha justificado con su actuación el puesto que ocupa. Igual que nosotros». Así de directo.

Los blanquiverdes ocupaban el puesto 12 y ya empezó el Córdoba a sufrir. Posiblemente hubiera venido bien tomar nota de las duras palabras del entrenador de la Cultural, porque a partir de ahí la cuesta abajo fue clara hasta llegar a la Segunda B.

En esa categoría se reencontró el Córdoba hace 18 años en el que sería el antepenúltimo encuentro en Segunda B del Córdoba. Después del 5-0 en Ferrol, los de Escalante no bajaron los brazos y a los 30 segundos de partido ya iban ganando por 1-0. Finalmente, el Córdoba ganó 2-0 y su derecho a soñar ante los dos envites que le esperaban ante el Cartagena. Rafa Navarro dio las dos asistencias de aquellos goles y tras la ducha aseguraba que «claro que va a ser difícil ganarle dos veces al Cartagonova. Estamos mentalizados para ganar los dos partidos y conseguir el ascenso», aseguraba el extremo zurdo cordobés.

De nuevo con la Segunda B rondando aparece la Cultural Leonesa, como puerta giratoria. Habrá que atrancarla.