El pasado lunes, Luis Oliver anunció que el club había contratado un seguro por la salvación, en el que entre otros datos ofreció la posibilidad de que podía suponer la inclusión en el mismo de cantidades por objetivos en los contratos de jugadores llegados el pasado mercado invernal. Según fuentes de la entidad blanquiverde, esa opción parece complicada, aunque sí reconocen, a preguntas de este periódico, que a los jugadores se les ofreció la posibilidad de participar en la prima de dicho seguro, en torno a un millón de euros, y varios de ellos respondieron afirmativamente. De hecho, la lista continúa abierta.

Oliver, acompañado por Dani López Ramos, hizo referencia a dicho seguro en varias ocasiones a lo largo de su comparecencia. «Hemos hecho un seguro de descenso, por lo cual las cláusulas de permanencia no tendrían que computar porque tenemos un seguro que las paga», declaró en un momento de su reunión con los medios en el antiguo despacho del anterior máximo accionista.

En realidad, se trata de asegurar la permanencia, es decir, de lo que hoy por hoy no tiene el Córdoba y que, en caso de lograrse supondría un retorno de algo más de cuatro millones, según reconoció el propio club. Es decir, una relación de uno a cuatro entre inversión y posible ingreso en caso de éxito al final de la presente temporada. Sin embargo, según pudo saber este periódico, el ratio que se le ofrecieron a los jugadores fue mayor: de uno a cinco. Es decir, si algún jugador quiere participar de dicha prima como inversión y logra el éxito deportivo que se pretende, el triunfo económico también sería notable.

Posiblemente, de ahí parte el error del propio Oliver, que aseguró el pasado lunes que «el seguro pagaría dichas cláusulas», por lo que él entendía que no tendrían que computar en el manido límite salarial. Sin embargo, todo hace indicar que la operación no afecta al control económico de la LFP, tal y como pretende Oliver, por lo que la negociación para la inscripción de Franck Bambock y Montelongo deberán ir por otros derroteros muy distintos a los del seguro contratado con una firma inglesa, hace unos días.

En el fondo, Oliver lo que pretendía era recuperar 150.000 euros que en su momento puso en la LFP Jesús León y de los que dos tercios volaron al imputar en el global la rescisión de Luis Carrión, que se produjo el pasado 8 de enero mediante acuerdo judicial, dos días antes del primer intento de firma de la escritura de compraventa de la entidad blanquiverde, aunque la destitución del primer entrenador que tuvo el Córdoba esta campaña se produjo el 18 de octubre del 2017.

Oliver entiende que esas cláusulas de los jugadores en caso de permanencia están cubiertas, precisamente, por el seguro, aunque fuentes del club creen que la negociación deberá ir por otros cauces.

Lo que sí es evidente es que la operación para la salvación del Córdoba parece estar apoyada económicamente en esta idea, en la que no se contempla, en absoluto, el descenso a Segunda B.

Si el Córdoba permanece una temporada más en Segunda recibirá algo más de cuatro millones de euros, mientras que cada jugador que aporte recibirá cinco euros por cada euro invertido en la prima de dicho seguro.