Hay momentos en los que la necesidad se vuelve imperiosa, las piernas se agarrotan ante la presión y la mente se nubla por el peso de la responsabilidad. Probablemente así se sientan esta tarde (18:00 horas en El Arcángel) los 22 hombres que salten sobre el tapete. Y es que llega este derbi regional entre el Córdoba y el Almería de forma muy distinta a cómo se planteó la última visita de los rojiblancos al estadio califal, en pleno mes de junio del pasado 2016.

UNA VISITA MUY DIFERENTE

Era la última jornada de la liga regular, y un Almería con un presupuesto diseñado para el ascenso se debatía a vida o muerte para salvarse del descenso a la Segunda B. El Córdoba, por su parte, necesitaba solo un punto para amarrar su participación en el play-off. A lo largo de la tarde, los distintos resultados en otros campos permitieron que un empate sirviese para contentar a ambos. Y así sucedió: el para algunos ‘biscotto’ sirvió al Córdoba para acabar quinto y al Almería para evitar el descenso. Ambas aficiones acabaron coreando el nombre del equipo rival, y el partido acabó en un ambiente festivo.

Ahora, sin embargo, el empate sirve de poquísimo al Córdoba y de nada al Almería. Ambos equipos saldrán ‘a cara de perro’ a por tres puntos que, si los lograsen los visitantes, significarían la caída del Córdoba a unos puestos de descenso de los que saldría el Almería 24 jornadas después.

Basta para comprobar hasta qué punto se toman en serio los almerienses el partido de esta tarde que su club ha fletado tres autobuses y puesto a la venta entradas a precios populares, logrando que hasta 240 aficionados visitantes se desplacen para arropar a sus jugadores.

FORTALEZA EN CASA

Carrión se lleva a los 24 hombres disponibles, incluyendo a cuatro canteranos y a Rodas, Bíttolo y Juli, este último tras seis semanas de baja. El técnico barcelonés tratará de prolongar la buena racha cordobesista en casa (con tres victorias y un empate en los últimos cuatro partidos) para que los tres puntos se queden aquí, lo que significaría meterle cuatro de distancia a los visitantes y escalar algunos puestos en la tabla.

Para ello, Bíttolo, que no viajó la pasada jornada a Valladolid por el parto de su mujer, cuenta con muchas opciones de recuperar su puesto en el lateral izquierdo. La mayor duda está en la zona central de la zaga, puesto que Carrión podría incluir a Rodas, que parece recuperado de sus molestias en el aductor. Ello desplazaría nuevamente a Caro al lateral derecho, lo que daría más profundidad por banda al equipo, con Ríos y Javi Galán. En la mediapunta es una opción Juli, aunque tras seis semanas sin competir es probable que empiece en el banquillo. Y arriba, Rodri de nuevo con toda la responsabilidad del gol.

Solo Cisma, Piovaccari y Caballero, con lesiones de diversa duración, se quedan fuera de la convocatoria. El Almería también ha tenido que tirar de hasta tres canteranos por sus múltiples bajas, la más sonada la del excordobesista Fidel. Se mostraba Carrión feliz por la ausencia por sanción del que fue insignia blanquiverde, y no es para menos, ya que es vital en los esquemas del Almería, al que ha aportado seis goles y cuatro asistencias esta temporada.

Un conjunto, el rojiblanco, que con su nuevo entrenador Luis Miguel Ramis ha logrado siete de los últimos doce puntos, y se encuentra ante su gran oportunidad. Tratarán de jugar con los nervios de los locales, con una afición maltratada y que asiste a cada partido entre el cabreo y la decepción.

Y es que se trata de un partido vital, fundamental, ante el que sobran los adjetivos puesto que el tembleque de las piernas de aficionados y futbolistas será la mejor descripción posible de lo que se vivirá, esta tarde, a orillas del Guadalquivir.