Una muñeca prodigiosa, un talante indómito y un feroz espíritu competitivo dejaron su huella en los últimos años de la década de los 90 en el Cajasur durante la etapa del club cordobés en la Liga Española de Baloncesto (LEB). Koke Rama (La Coruña, 1969) vive desde su tierra natal la crisis del coronavirus con una preocupación especial. "Esta pandemia es un desastre en todos los órdenes, porque el daño lo está haciendo ahora y lo hará después", augura el que fuera uno de los más prolíficos anotadores de las competiciones FEB -estuvo 18 años como profesional- y un triplista formidable.

"Los estragos serán a nivel sanitario y económico", dice Rama, que en la actualidad trabaja en una compañía farmacéutica y tiene, por tanto, una visión cercana de lo que supone el covid-19. Considera que podrá verse una luz cuando se realicen test a la población de manera generalizada, porque a día de hoy "los asintomáticos no saben si lo tienen o no", por lo que debido "a la facilidad de contagio del virus" es difícil hacer previsiones sobre hasta dónde puede llegar la enfermedad. "Es una información muy valiosa que podría servir de mucho", subraya.

Koke Rama pasa el confinamiento en casa, "con teletrabajo", y no descuida el ejercicio. "Estoy haciendo más que nunca, y además comiendo más sano porque no me veo forzado a comer fuera por el trabajo", explica. "Intento ver lo positivo, hacer cosas para las que antes no tenía demasiado tiempo. La casa va a quedar ordenadísima", bromea Rama, que ostenta el récord de triples en un partido (13/15) conseguidos cuando en la temporada 2006 militaba en el Chantada de Liga EBA. A día de hoy sigue disputando partidos con el equipo de veteranos del Obradoiro y sigue conectado al basket por sus hijas, que son jugadoras.

"Mis hijas son adolescentes y están entretenidas a lo suyo, pero entiendo que quien tenga niños pequeños lo puede llevar peor", dice Koke Rama, que ve repercusiones impactantes en el mundo del deporte. "De momento se están cancelando competiciones, eventos... Las nacionales a ver si se pueden arreglar para jugar en el verano, pero es imposible aventurar nada porque estamos en manos de los gestores sanitarios y ante todo hay que garantizar la seguridad", dice.

Sí tiene claro que con esta crisis "vamos a perder todos" de una u otra forma, aunque "habrá sectores más perjudicados que otros". Para Koke Rama, el mundo después de la pandemia será "diferente" porque "se va condicionar la manera en la que nos relacionamos socialmente". "Todo dependerá de cuándo esté lista una vacuna, porque si no el futuro será complicado. ¿Quién se atreverá a ir a conciertos o a lugares con aglomeraciones de público? La gente va a tener miedo", reflexiona.