Las reacciones tras la junta celebrada en el hotel Córdoba Center y la que no se produjo en El Arcángel no se hicieron esperar. La primera acción de Carlos González como presidente del Córdoba CF SAD será «pedir que se levante la administración sobre la SAD, tanto la concursal como la judicial». Asimismo, González aseguró que «hay gente que quiere comprar el Córdoba CF y de países un poco más democráticos, que eso también hay que verlo, aunque estos señores, algunos de ellos, viven en Marbella, como el señor vicepresidente», en referencia a los representantes de Infinity. «Esto hay que contarlo, estos señores son de Baréin pero viven estupendamente con sus cositas en Marbella», aseguró el madrileño. Carlos González insistió en que hay interés entre «personas muy solventes del mundo del fútbol» para comprar el paquete mayoritario de acciones de la SAD.

Finalmente, descartó una negociación con el grupo bareiní, poseedor de la unidad productiva del Córdoba CF.

Por su parte, Javier González Calvo, consejero de Infinity, recordó que «hay una administración judicial, decretada por un juzgado de lo Penal, y otra concursal, señalada por un juzgado de lo Mercantil». «Por lo tanto, habrá podido celebrarse una junta, convocada antes de la entrada de la administración judicial y concursal», prosiguió González Calvo, que deseó que «sean los tribunales los que hablen sobre ello», reiterando que «la administración concursal está en sustitución» de los gestores de la SAD «y no en intervención», por lo que «no habría una administración por parte de los administradores del Córdoba CF SAD».

El abogado de Aglomerados Córdoba, Álvaro Cerezo, confirmó que iban «a impugnar tanto la convocatoria del registrador, que entendemos que adolece de defectos importantes, como la celebración de la junta, porque entre otras cosas no tienen el libro de accionistas».

El letrado de Aglomerados aseguró que el martes «recibimos un correo para asistir» a El Arcángel y aseguró que lo ocurrido en el hotel Córdoba Center «no tiene ninguna repercusión a corto plazo, ya que está el administrador concursal, que es el que tiene el poder de la antigua SAD». El abogado de los accionistas minoritarios, César Ollero, explicó que «las juntas pueden ser impugnadas, dan para todos los gustos y puede ser impugnada por cualquiera». En su opinión, la celebrada en el Córdoba Center «se va a impugnar, lo va a impugnar alguien seguro», ya que avisó de que en las juntas el libro de accionistas «tiene toda la importancia», porque «entiendo que allí -en el Center- se ha levantado un acta sin libro de accionistas, por lo que habrá que defender eso» legalmente.