Este Córdoba, también el de Rafa Navarro, es el Córdoba de lo imposible. Parece imposible que pueda sumar de tres en tres después del palo sufrido en la última jugada del encuentro ante un equipo que pelea por el ascenso y al que los blanquiverdes estuvieron a punto de ridiculizarles. También parecía imposible que los 1.500 malaguistas no se hicieran oÍr más que una afición, la blanquiverde, que anda de cada caída, aunque a raíz del gol de De las Cuevas sí que se hizo notar con fuerza. También parecía imposible, allá por el minuto 70, aproximadamente, que al Córdoba no le hubieran hecho apenas una ocasión en lo que se llevaba de partido, pero sí. Rafa Navarro está dando su impronta al equipo blanquiverde y parece que ese camino puede ser válido, sobre todo teniendo en cuenta que aún falta hombres que deben regresar, aunque también sufrirá bajas la próxima semana en forma de sanciones. Imposible parecía, visto el partido defensivo de los dueños del estadio, que el Málaga pudiera anotar. ¿Que generara algo en los últimos minutos? Lógico. Pero generar más de una ocasión de gol y, lo más importante, materializarla, se veía imposible.

Pero este Córdoba, para lo bueno y para lo malo, es el Córdoba de lo imposible. Cuando menos se le espera encaja un gol que afea una gran tarde. Cuando nadie cree en él, anota un gol para ilusionar a los suyos. El Córdoba de lo imposible pelea por la salvación. ¿Alguien piensa que no lo hará?