Su valor fue el saber estar. No perdió la fe. Fue insistente. El Córdoba Patrimonio de la Humanidad ganó el partido por ser pesado. El Emotion Zaragoza era un adversario de rango, no un cualquiera. Lo demostró durante un partido que enfocó de un modo utilitarista: defendió su punto y esperó la pifia local para dar la sorpresa. Pero el Córdoba aguantó el poder del rival y sus propias dudas. Alberto Saura, a falta de cinco minutos, marcó el 1-0 y lo celebró con furia. Con los maños desmelenados arriba, Jesulito sentenció a la contra. Así celebró su 31 cumpleaños el gaditano, que ofreció otra lección de entrega con un colofón perfecto. Tres puntos, un alivio y a seguir.

Hay historias que se desarrollan acumulando episodios sin conexión aparente, sin explicación lógica, alternando momentos épicos y ridículos, saltando obstáculos o estrellándose contra ellos. Al final, todo tiene un sentido. Cada pieza cobra su auténtico valor cuando se contempla el todo. Para bien o para mal. Cuando todo termina y se hace la autopsia a la temporada, las razones salen al aire. Tienen razón los profesionales del gremio -entrenadores en apuros, principalmente- cuando dicen que los exámenes hay que hacerlos en junio -eso era antes del covid, porque ahora no se sabe cuándo acaba esto-. Pero, claro, cuando el campeonato se ha terminado ya no hay nada que hacer al respecto. Lo mejor es ir asegurándose un buen final mientras uno pueda. Y en esas está el Córdoba Patrimonio de la Humanidad, que se comportará mejor -más suelto, más libre, más seguro- en cuanto engarce un puñado de buenos marcadores. No hay mejor medicina. Si todo va bien ahora, no tiene por qué ir mal en el futuro. Ante el Emotion Zaragoza se fue con la mayor satisfacción que uno puede encontrar: la del deber cumplido.

El murciano Alberto Saura ensaya el disparo a puerta durante el partido | A.J. GONZÁLEZ

No es sencillo superar la sensación de jugar en un pabellón vacío para un club cuyo principal estímulo -desde la presidencia hasta el utillero- es saberse depositario de la ilusión de una ciudad cuya representación en la élite del deporte profesional ha sido menos que residual. Con más periodistas que jugadores en la instalación, el Córdoba alimenta su motivación con la ficción de un porvenir idílico: graderío atestado, entradas agotadas, atención médiatica, traspasos y fichajes, niños que van al colegio con la blanquiverde... Este grupo, especialmente aquellos que han vivido la expansión de la entidad, es consciente de lo que se espera de ellos. Cuando se meten en ese papel resultan imparables.

Salida intensa en Vista Alegre

Aún queda mucho calendario por delante, pero ambos equipos sabían lo que había en juego. Por lo que pueda pasar. Los de Josan González salieron intensos, seguramente precipitados, con una actitud discutible pero perfectamente comprensible. Buscaban el gol rápido. Pudieron lograrlo por mediación de Alberto Saura, pero el internacional estrelló la pelota en el larguero del meta Bernad, que intervino después con acierto ante el trallazo de Zequi tras el rechace. Iban dos minutos.

El Zaragoza reaccionó pronto y la réplica la puso Óscar Villanueva, quien tras un robo de balón se quedó solo delante de Prieto. Tuvo unas décimas de segundo para pensar y decidió que lo mejor era colocarla, pero el balón chocó en el poste. Las rotaciones mantenían un alto nivel de intensidad, que desembocaba en imprecisiones en ambos bandos. Había más ganas que ortodoxia en el juego.

Un disparo de Zequi detenido por Bernad y un balón que no controló Saura, en boca de gol, tras el saque de un córner, incentivaron el ánimo de un Córdoba que no encontraba fluidez ante el ordenado planteamiento del cuadro aragonés. Era lo que se esperaba. Lo había advertido el técnico en las vísperas. Se veía que iba a ser un partido de paciencia, de pico y pala. Shimizu, que resolvió mal un mano a mano y lanzó la pelota arriba, elevó la colección de llegadas locales. El Zaragoza salía menos, pero lo hizo con peligro en un lanzamiento lejano de Juan Carlos que exigió una estirada a Prieto.

Jesús Rodríguez hostiga al portero Bernad, del Emotion Zaragoza | A.J. GONZÁLEZ

Saura y Jesús Rodríguez lo intentaron sin fruto. En cada arreón local había una respuesta maña. El local Jesús Rodríguez tuvo que sacar un balón en la línea de gol tras una acción embarullada después de un tiro del brasileño Ernani. Al intermedio se llegó sin goles y con una sensación irritante de oportunidad perdida para los de casa.

El prieguense Koseky, entre dos rivales del Emotion Zaragoza | A.J. GONZÁLEZ

Un segundo acto clave

El meta Alfonso Prieto tuvo que intervenir ante una primera ocasión de Eloy Rojas tras el descanso. Los primeros minutos fueron controlados por los visitantes. El Emotion Zaragoza se empleó a fondo ante un Córdoba que salió con ímpetu y ocasiones para Shimizu y Ricardo. Koseky y Del Moral no lograron conectar la bota en un balón perdido en el área pequeña de un Zaragoza que sufría el acoso cordobés. Era un rosario de llegadas, con disparos desde cualquier sitio y en cualquier posición. Los blanquiverdes colectivizaron la amenaza, pero la papeleta la terminaron resolviendo los especialistas.

Los de David Marín entraron en el último cuarto del partido con un escenario ventajoso, aunque el Córdoba apretó en los últimos cinco minutos. Nadie se rindió allí. Alberto Saura, en una acción individual, rompió el equilibrio con un gol que dio una nueva dimensión al partido. El Zaragoza comenzó a actuar con portero-jugador. Eloy Rojas estuvo cerca, pero fue Jesulito el que cerró el duelo en una contra a puerta vacía con el 2-0. Tres puntos que son un trago de tranquilidad, un buen paso en el camino.

Ficha técnica

2 - Córdoba Patrimonio de la Humanidad: Prieto, Jesús Rodríguez, Jesulito, Zequi, Saura -equipo inicial-, Boyos, Shimizu, Koseky, Pablo del Moral, Ricardo, Manu Leal y Cordero.

0 - Fútbol Emotion Zaragoza: Iván Bernad, Jamur, Eloy Rojas, Juanqui, Adri Ortego -equipo inicial-, Óscar Villanueva, Javi Alonso, Richi Felipe, Retamar, Ángel Gascón, Ernani y Alberto Inés.

Goles: 1-0, m.35: Saura. 2-0, m. 38: Jesulito.

Árbitros: Cidoncha Cortés y Salomé Vizuete (Comité Extremeño). Amonestaron con tarjeta a los visitantes Villanueva y Jamur.

Incidencias: Partido correspondiente a la décimo primera jornada del campeonato de Primera División de fútbol sala, disputado en el Palacio Municipal de Deportes Vista Alegre a puerta cerrada por los protocolos sanitarios por el covid-19.