En unas décimas de segundo angustiosas, al Córdoba Patrimonio de la Humanidad le pudo cambiar la vida. El cronómetro consumía sus últimos instantes y un balón impulsado desde su área por Pablo Del Moral se dirigía casi a cámara lenta al desguarnecido portal del Betis, que con el 1-1 se había volcado con portero jugador para levantar un partido que, al final, se le fue. La bola entró. Gol, victoria por 1-2, suspiro de alivio y abrazos de emoción muy especial para todo el grupo del Córdoba pero, en especial, para un puñado de jugadores que llevaban tiempo sin experimentar esa sensación. Mucho tiempo. Demasiado.

Tipos como Manu Leal, Jesús Rodríguez, Koseky, Zequi o el mismísimo del Del Moral tenían razones para emocionarse. Ellos estuvieron el última victoria cordobesista en Liga lejos de casa. Fue un 2-3 en la cancha del Levante, un 20 de septiembre del año pasado. La segunda jornada de la Liga 19-20. Casi quince meses de espera. Nadie podrá decir que las muestras de alegría eran exageradas, por más que el técnico Josan González cumpliera su papel poniendo el punto de sobriedad y contextualizando el éxito. "Esto refuerza nuestros planes, somos un grupo en proceso de crecimiento y tenemos que creer", expresó el entrenador pontanés instantes después de que se cortara de un modo espectacular la singular racha que lastraba al club.

Del Moral espantó de un escobazo al peor fantasma que acosaba al Córdoba Futsal, que por propia salud mental nunca hurgó demasiado en ese detalle de apariencia menor pero una relevancia capital. El 1-2 en el Centro Deportivo Amate supone el primer triunfo de la actual campaña fuera de Vista Alegre. En la campaña 19-20 solo se registró uno, ese 2-3 en Levante, con goles de Manu Leal y doblete de César Velasco -ahora en las filas del Osasuna Magna-. El portero rival aquel día era Alfonso Prieto, que dejó el Levante y fue fichado por un Córdoba en el que es pieza fundamental. En Sevilla volvió a ser de los más sobresalientes.

Ni en Liga ni en Copa

Entre el partido que el Córdoba ganó en septiembre del 2019 en Valencia y el que se adjudicó este martes 1 de diciembre en Sevilla, el equipo disputó 17 encuentros sin lograr el triunfo. En la temporada pasada, de hecho, los seis puntos del arranque -la victoria por 1-0 ante Osasuna y el 2-3 ante el Levante- le dieron la vida a los blanquiverdes. Con su buen rendimiento en Vista Alegre sostuvieron la posición fuera de la zona de descenso.

El equipo, por entonces al mando de Miguel Ángel Martínez Maca, sacó un punto en Zaragoza (3-3) y perdió con claridad en sus salidas ante Viña Albali (4-1), Peñíscola (5-0), Jaén (4-1), Palma (5-3), Jimbee Cartagena (6-1), Santa Coloma (4-1), Osasuna (5-3), Movistar Inter (7-1), ElPozo Murcia (5-1) y Barcelona (6-2). La suspensión del campeonato por la crisis del coronavirus dejó sin disputar los partidos del Córdoba en las pistas del O Parrulo Ferrol, Ribera Navarra y Burela.

En la Copa del Rey se extendió la maldición. En la temporada pasada, el Córdoba cayó derrotado en los penaltis en el pabellón Sebastián Moya Lorca ante el Atlético Mengíbar, tras terminar el partido 2-2. Esta temporada regresó al mismo escenario para cruzarse con un adversario de Segunda División que le endosó un rotundo 5-0, sacándolo de la competición copera.

Más puntos fuera que en la 19-20

En la temporada 19-20, el Córdoba logró cuatro puntos lejos de Vista Alegre en doce partidos jugados. En la actual ya lleva cinco puntos en cinco encuentros. Además del triunfo en Amate ante el Betis (1-2) logró arrancar empates ante el BeSoccer UMA Antequera (1-1) y el Peñíscola (3-3). En la cancha del Osasuna se hizo acreedor a algo más, pero el cuadro navarro le remonto un 0-2 para derrotarle por 3-2 en el pabellón Anaitasuna. Su única caída clara se produjo en el Palacio de Deportes de Cartagena ante el Jimbee, que se impuso por un inapelable 6-0.