El Córdoba B sigue sin conocer la derrota y se mantiene líder en solitario en el grupo X de Tercera División. Hoy ha vuelto a ganar, como siempre en casa. De hecho, el único tropiezo que ha tenido fue el miércoles, en Guadalcacín (0-0). El resto de partidos el filial de Luis Carrión lo cuenta por victorias. Y es que tiene un equipo muy superior a los rivales, con bastante menos calidad individual, lo que les obliga a generar muchas más ocasiones para poder marcar.

Esa es la lectura que se puede sacar del partido de esta tarde ante el Écija, donde el Córdoba B ha vuelto a imponer su calidad para hacerse con los tres puntos ante un conjunto sevillano bien plantado en El Arcángel, que ha tenido su momento para hacerse con el partido, pero que no lo ha sabido aprovechar.

Javi Galán no llegó, con lo que Carrión optó por volver a poner a Sebas Moyano por la izquierda y Moha Traoré por la derecha. Sin cambios en el resto del once.

Salió el B dormido, sin haber levantado aún de la siesta. Ni cinco minutos tardó Fran Serrano en ganarse la primera amarilla y el Écija pudo aprovecharse en el arranque dos despistes defensivos que comprometieron, y mucho, a Sillero. La defensa hacía ascuas. Ni Bijimine ni el propio Serrano se habían enterado del pitido inicial y el conjunto sevillano se aprovechaba de las ventajas para seguir plantándose ante el meta cordobesista: tres claras en los 10 primeros minutos. El filial ofrecía su peor cara, impropia de un aspirante con un plantel diseñado para el ascenso.

Y entonces, cuando falla el equipo, se demuestra la calidad individual, donde el filial es muy superior. Moha entró por banda derecha, ganándole en fuerza a su par, centró, falló el portero y Sebas Moyano, de cabeza, hizo el 1-0. Quizás no muy justo para lo que se estaba viendo en el campo, pero le vale al de Villanueva del Duque para seguir como máximo goleador del equipo.

El gol dejó desnortado al Écija. El B olió la sangre y se lanzó al ataque, pero faltó eficacia. Tras sacudirse el golpe, el conjunto sevillano probó con un potente disparo de Ezequiel dentro del área, que obligo a Sillero a sacar los puños. Fue lo más reseñable antes del descanso, al que se llegó con la sensación de que el Écija estaba presentando más batalla y, salvo por el resultado, estaba siendo algo superior al filial.

Pero para erradicar dudas y dar algo de tranquilidad, el Córdoba B abrió brecha nada más salir del vestuario. Un brillante pase de Alberto Quiles habilitó a Sebas Moyano solo ante Fermín Sánchez. El de Villanueva del Duque cruzó a la perfección e hizo el segundo para el filial y en su cuenta personal. Ahora sí, la media le sale a gol por partido disputado.

El filial, con más problemas que de costumbre para circular, comenzó a probar con balones largos a la esplalda de la defensa astigitana, algo adelantada. Y así llegó el tercero, precisamente al tercer intento de ganar las espaldas. Los sevillanos tiraron de fuera de juego, dejando a Quiles en posición adelantada, pero sin percatarse de la entrada de Moha Traoré por la derecha, que se plantó solo ante el meta rival para batirlo por las cachas. Pese al tanto, el barcelonés de origen africano (Mali) no estaba convenciendo al técnico, ya que tiene una forma muy peculiar de presionar y una intensidad, cuanto menos, carismática. Lo sustituyó Sergio García. Carrión ya se sabía con los tres puntos, con lo que sacó a un Bijimine con amarilla y tendencia a la roja para dar minutos a Roser.

No salió muy bien. Apenas un minuto después, Guille Pavón le ganó la espalda a Leto y batió con un trallazo a Sillero cuando casi no tenía ángulo. Más justicia por lo visto en la primera parte que por lo que estaba haciendo el Écija en la segunda.

En los minutos finales, el conjunto sevillano lo intentó, pero sin mucho sentido ni convicción. Mientras, Sergio García no supo aprovechar un pase medido de José Mari que lo dejó solo para hacer el cuarto.

Tres puntos más para el filial, que se reencuentra con la victoria y se postula como firme candidato a proclamarse campeón de grupo.

TÉCNICO DEL CÓRDOBA B / Luis Carrión"Todo viene por trabajar bien. El que se crea que viene por ser muy bueno está equivocado, y así se lo digo a ellos. Messi y Cristiano son buenos porque se entrenan muy bien"