El Córdoba anunció oficialmente lo que todo el mundo sabía desde hace 10 días: que José Ramón Sandoval no será el entrenador del conjunto blanquiverde para el primer proyecto de Jesús León, el de la temporada 2018/19. En un comunicado colgado en la web oficial del club, el Córdoba informaba de que Sandoval «no va a ser el entrenador de la primera plantilla la próxima temporada. La decisión ya ha sido comunicada al técnico, que cumple su contrato el próximo 30 de junio». El comunicado finalizaba agradeciendo al de Humanes «el trabajo desarrollado por él y su cuerpo técnico durante el tiempo que ha durado su vinculación con el club».

Dicho comunicado tendrá una continuidad hoy, cuando está prevista una rueda de prensa de José Ramón Sandoval en la que aportará su punto de vista y podrá despedirse de la prensa y de los aficionados. Inicialmente, dicha comparecencia ante los medios estaba prevista con la compañía de Jesús León, presidente de la entidad blanquiverde.

Termina así el primer culebrón del verano, iniciado realmente días antes de la finalización de la Liga, cuando desde el club no se tapó que la renovación «automática» de Sandoval no era un hecho y que «había que sentarse a hablar». Ya antes de que León comprase el paquete mayoritario de acciones de la entidad blanquiverde reconoció a todo el que le quiso escuchar su relación con Francisco, ex entrenador del Lugo, al que señaló como futurible en un proyecto del Córdoba. Podría ser desde este mismo verano, pero no se sabrá, al menos, hasta la próxima semana, ya que hay otros candidatos con los que el club mantiene contactos.

Ni siquiera las palabras de Luis Oliver, nada más terminar el encuentro ante el Sporting, contestando a una pregunta sobre Sandoval («cómo no va a seguir» en el Córdoba respondió, al ser cuestionado por la continuidad del de Humanes) sirvieron de refrendo para la renovación del ya ex técnico blanquiverde. Desde el primer día se comprobó que las diferencias no eran pocas ni tampoco pequeñas. Inicialmente, se deslizó que esa falta de acuerdo era, básicamente, económica. Pero el propio entorno de Sandoval lo desmintió, afirmando que esas diferencias eran mínimas. De hecho, Sandoval estaba dispuesto a llegar a algún tipo de acuerdo antes de que la negociación se rompiera por dinero. Otra cosa, muy diferente, era acordar cómo se iba a negociar con futbolistas, qué jugadores elegir, cómo plantear la plantilla, etcétera. Ahí, el técnico de Humanes reclamaba mucho peso o, al menos, más del que el propio club estaba dispuesto a conceder. Tampoco gustó en el club la forma en la que la pasada semana llevó la negociación el propio entrenador, lo que derivó en un progresivo distanciamiento con la cúpula de la entidad blanquiverde.

De hecho, la primera conversación entre León y Sandoval se produjo el pasado miércoles, ante Juanma López -representante del entrenador- en el hall de un céntrico hotel. La conversación duró una hora y Sandoval pudo constatar en ese momento que dicha falta de sintonía era real. Lo que sí se puede afirmar sin lugar a dudas es que a ambas partes les ha costado llevar la negociación: ni ha sido lo ágil que se hubiera deseado ni lo discreta que otros hubieran querido.

Finalmente, el club se agarró a un dato que ciertamente no gusta a ningún profesional, sea futbolista o entrenador: el de la etiqueta. Sandoval ha mostrado unas grandes dotes para reactivar equipos con graves problemas clasificatorios o con dificultades para reaccionar. Así fue en el Sporting y, sobre todo, en el Granada (en Primera) y esta temporada en el Córdoba. Sin embargo, salvo el ascenso con el Rayo B a Segunda B y con el primer equipo franjirrojo a Primera, al de Humanes le ha costado finalizar los proyectos que ha iniciado de cero. A esos antecedentes, más los detallados anteriormente, se ha agarrado el Córdoba para plantear otro entrenador para la próxima temporada que, en cualquier caso, será un técnico con un perfil externo muy diferente a José Ramón Sandoval, que se despide hoy en la sala de prensa de El Arcángel.