Después de disputarse la novena jornada de Liga y tras regresar al farolillo rojo de la competición, la lista de tareas pendientes de este Córdoba se presenta, lógicamente, casi interminable. Más allá del análisis de plantamientos, cambios durante cada partido, de la aparente inexistencia de un esquema definido de juego y tantas incógnitas que presenta el conjunto blanquiverde existe una más que evidente: este Córdoba es un visitante más que amable.

De hecho, el conjunto de José Ramón Sandoval es el único hasta ahora que no ha conseguido puntuar lejos de casa, en donde ha contado sus cuatro partidos por derrotas y, lo que resulta más doloroso, transmitiendo una imagen de estar aún lejos de poder competir y, por lo tanto, de puntuar. El último compromiso, el pasado sábado en El Sadar, sólo dejó la evidencia de que ni aun planteando un duelo mínimamente serio en cuanto a orden durante una hora se puede lograr puntuar, ya que éste se echa por tierra en los últimos 30 minutos por decisiones de unos y despistes de otros. Si en El Arcángel la trayectoria no es para tirar cohetes pero sí que se está en números de pelea por la salvación, cada vez que este Córdoba coge la maleta la depresión está garantizada.

Todo empezó con aquel 3-0 en Albacete que rompió algo más que el marcador, continuó con el mismo resultado en Málaga, una plaza en la que se podía perder, aunque la forma de hacerlo -tanto en el planteamiento inicial como en lo poco que mostró el equipo- generó más de un disgusto en el seno del club y del propio vestuario, lo que terminó en uno de tantos bandazos en la alineación inicial. No fue la cosa mejor en Granada, con una nueva goleada (4-2) que de nuevo provocó más movimientos en el once inicial para el siguiente encuentro, en el que Sandoval introdujo cambios, como por ejemplo el de Quim Araújo desde el inicio en la victoria en El Arcángel ante el Almería.

Como en anteriores ocasiones, el de Humanes repitió once en El Sadar con algún cambio obligado, como el de Luis Muñoz por Aythami, pero de nuevo se volvió a las andadas: clara derrota por 3-1, repitiendo errores y dejando de nuevo la incógnita para el encuentro del sábado ante el Deportivo. Antes, el compromiso copero ante el Elche que se mirará de reojo, ya que la victoria es más necesaria que nunca en la visita de los gallegos. Mientras que la portería se ha cerrado en casa en los últimos encuentros, lejos de El Arcángel este Córdoba encaja 3,25 tantos por partido. Una cifra inasumible y que presiona al equipo aun más para los partidos de casa.