Este domingo se vivió en El Arcángel una tarde de encuentros y de reencuentros. Reencuentros como el de Florin Andone que, muleta en mano y cojeando, apareció minutos antes del inicio del partido por el césped del coliseo ribereño y saludó a los futbolistas y al cuerpo técnico del Córdoba CF, mientras su nombre era coreado por el público. También se reencontró con El Arcángel Abel Gómez, uno de los héroes del ascenso a Primera en 2014, que nunca había regresado al campo donde fue tan feliz como jugador. Lo hizo este domingo como entrenador, dirigiendo a un Sanluqueño que acabó el partido con nueve jugadores. Fue un día agridulce para el sevillano, que reconoció antes y después del encuentro que era un «día especial» para él.

El palco de El Arcángel tuvo un overbooking que no fue tal en el resto del estadio. Apenas 8.069 espectadores, de las peores entradas de la temporada e inferior al último partido en casa, cuando los socios tuvieron que pasar por taquilla. En el palco solo faltó uno de los cinco nuevos hombres de Infinity. Estuvo el nuevo presidente del Córdoba CF, Javier González Calvo, acompañado de Jesús Coca López, Antonio Palacios Herruzo y Miguel Gómez Huertas. Junto a la plana mayor de la entidad blanquiverde se sentó el alcalde de Córdoba, José María Bellido, así como el administrador judicial, Francisco Javier Bernabéu, y el mencionado Andone. Solo faltaron a la cita el otro administrador judicial, Francisco Estepa, y Adrián Fernández Romero.

Florin Andone, José María Bellido y González Calvo vieron el partido en la zona noble del estadio

Con tantos protagonistas en la zona noble, y con tantos asientos vacíos en el resto del estadio, la sensación fue de partido poco trascendente. Como si una vez lograda la salvación económica del Córdoba CF, la tensión hubiera bajado notablemente y la relajación hubiera llegado a la afición. Por otro lado, lógico. Ya comentó Agné en rueda de prensa que se temía algo parecido esta semana en el vestuario, aunque los jugadores no bajaron el pistón.

La animación, en la segunda parte, ganó bastantes enteros. Amparada siempre en los incansables de Fondo Sur, el resto del estadio se contagió de la alegría por el gol de Djetei después de una evidente desesperación por la cantidad de ataques que no se traducían en ocasiones claras. La celebración al término del partido fue como la de las grandes citas. Ahí no se ha perdido nada. Alegría indescriptible por una victoria que no parecía que llegara nunca ante un Sanluqueño que se defendió más que bien.

Mención aparte para la afición gaditana. Fueron pocos, pero hay que destacar el viaje ida y vuelta desde Sanlúcar de Barrameda. A Marea Verde, su grupo de animación, no se le permitió introducir una pancarta que no contenía ningún mensaje político ni ofensivo, pero que sobrepasaba las medidas máximas permitidas. Sí fue, cuanto menos, curiosa, la pancarta que exhibió la peña El abuelo y su trupe en la esquina de Fondo Sur con Tribuna. «Infinity, gracias». Escueto y claro el mensaje. No quiere el cordobesismo endiosar a más dirigentes pero es consciente de lo cerca que estuvo del abismo. Misión ahora de Javier González Calvo y los suyos la de darle incentivos a la hinchada para que vuelva a llenar El Arcángel o, al menos, para que entradas superiores a los 10.000 espectadores vuelvan a convertirse en habituales.