El viento sopló y de qué manera durante todo el partido de ayer en El Arcángel. En la primera parte lo hizo a favor del Lorca, que no supo materializar con goles su superioridad. Los murcianos, sin nada que perder y con la Naturaleza de su parte, tuvieron varias oportunidades para irse con ventaja al descanso.En la segunda parte, ya con el sol poniéndose a la espalda del coliseo ribereño, el viento fue a favor del conjunto blanquiverde. Y este, pese a que tuvo enormes dificultades para generar ocasiones incluso con un jugador más sobre el campo, aprovechó la que tuvo y se marchó con los tres puntos para el casillero.

Da una gran felicidad ver a la afición cordobesista disfrutar con cada victoria en casa. Ayer animaron durante todo el partido, y especialmente tras el gol de Narváez. Como si fueran un defensa más, los 16.596 espectadores que se dieron cita en El Arcángel se sumaron al esfuerzo de los cuatro zagueros del Córdoba para evitar la igualada del Lorca.

En el primer cuarto de hora el sol aún lucía sobre el coliseo ribereño, la sudadera sobraba y algún valiente se atrevió con la manga corta. Antes del inicio del partido hubo tiempo para el homenaje a Pelayo Novo, con el vídeo del gol del ascenso en Las Palmas repetido en el videomarcador. El grupo de Brigadas Blanquiverdes coreó el nombre del futbolista del Albacete, que sigue ingresado tras el aparatoso accidente que sufrió hace más de una semana. Los chicos del alevín se llevaron la primera ovación de la tarde por su gesta ante el Oporto, al que vencieron en un torneo internacional. Con el himno cantado a capela, el ambiente era apoteósico.

El homenaje a Pelayo y la ovación a los alevines del Córdoba fueron el anticipo de una tarde con final feliz

Pero mediada la primera parte los jugadores locales dieron un paso atrás y en la grada comenzaron a desfilar los abrigos. Algunos se temieron lo peor y ya preparaban el paraguas, pero no era una tarde para la lluvia. Los alrededor de 100 aficionados del Lorca cantaban, pero sus voces no se oían, ya que los hinchas locales animaban sin cesar. Los últimos 15 minutos fueron emocionantes, con todo El Arcángel volcado en favor de sus futbolistas. Ello lo destacó Sandoval al término del choque, cuando aseguró que sus jugadores buscaron la victoria «con 20.000 corazones» de su lado. Late fuerte el pecho del cordobesismo cuando mira la clasificación. Antes eran 14 los puntos que distaban de la permanencia y ahora son solo dos. La gesta está casi completada y lo que resta de temporada queda para que se dé el último impulso. Cada punto en disputa en el feudo blanquiverde debe quedarse aquí, y esto lo saben futbolistas, aficionados, directivos y cuerpo técnico. Cuando está en juego la vida poco importa el juego que se practique. Lo importante son los puntos y ninguno puede volar de El Arcángel. El club y las peñas ya se preparan para un nuevo desplazamiento, esta vez a Pamplona. Ganar allí podría significar salir de la zona de descenso. La alegría ilumina el rostro del cordobesismo.