La colombofilia, es decir, el empleo de palomas mensajeras, fue una práctica muy utiliza en las instituciones castrenses. Tuvo su auge durante la Primera Guerra Mundial, pese a existir ya otros sistemas de transmisión.

España llegó a contar con la Sección de Colombófila del Ejército de Tierra con base en el palomar militar de El Pardo, que mantuvo a palomas en activo hasta el 2008.