Partiendo de la base de que a Javier Clemente todos los entrenadores le parecen "cojonudos" pero a la vez se siente "incapaz" de opinar de un técnico con ver jugar a su equipo, era de esperar que el extécnico del Espanyol y el Athletic trazara un perfil elogioso de Ernesto Valverde. "Es listo y es pacífico", fue la definición que hizo de su antiguo discípulo en ambos clubs. Entre la estancia de Sarrià y la de San Mamés, Valverde jugó dos años en el Barça. Jugar es un decir. Cansado de ser suplente, canceló por anticipado su permanencia en el Camp Nou.

"Ernesto es buen entrenador, tiene experiencia, es muy pacífico, no se va enfrentar mucho a vosotros ni os va a contestar a muchas cosas porque es muy listo", explicó Clemente del temperamento del nuevo inquilino del banquillo barcelonista, muy distinto al suyo. "Si fuera yo, estaríamos a hostia limpia", bromeó.

Clemente, sin embargo, avisó de que esa breve descripción de Valverde no dejaba de ser superficial, apenas unos grandes rasgos de su personalidad. "No sabéis qué dicen, qué opinan y qué deciden los entrenadores", recriminó a los periodistas que se atreven a definiciones grandilocuentes. Él sí se atrevió a subrayar que Ernesto se parece a "Johan lo que yo a John", expuso, refiriéndose a John Benjamin Toshack, mucho más corpulento que él.

NINGÚN PARECIDO

Los dos técnicos y Vicente del Bosque participaron en la charla 'El legado de Johan' dentro del ciclo de actividades que ha programado el Barça para conmemorar los 25 años de Wembley. Esa sustancial diferencia es la que Clemente ya detectó entre elBarça de Cruyff y el de Guardiola pese a ser similares en éxitos y estilo de juego. "No se parecen en nada, son totalmente diferentes: la velocidad del equipo de Johan era impresionante y el de Pep buscaba mucho más el control".

"A mí me gustaría ver a grandes entrenadores en malos equipos", apuntó, insinuando que la fama de ambos se debió a las excelentes plantillas que tuvieron en sus manos. Como la que tendrá Valverde. La mayor preocupación del Txingurri (el apodo se lo atribuyó Clemente, aludiendo a la escasa envergadura del que fue su extremo derecho) será recuperar la supremacía para el Barça.

"El problema es que el Barcelona tiene que quedar delante del Madrid. Y el Madrid tiene que quedar delante del Barcelona. Los dos son muy buenos. Y el que quede segundo seguirá siendo muy bueno", reflexionó Clemente, anticipando que se considerará "un fracaso" la clasificación del perdedor.