Muy malas noticias para Claudio Bravo. El portero chileno del Manchester City se lesionó, este lunes, en un entrenamiento. El club informó, en un comunicado, que las pruebas a las que fue sometido confirmaron una rotura en el tendón de Aquiles de su pie derecho. El ex del Barça viajará, este jueves, a Barcelona para someterse a nuevas pruebas pero el diagnóstico inicial no es nada esperanzador: Bravo puede estar apartado de los terrenos de juego entre seis y ocho meses, lo que le haría perderse la totalidad de la temporada que apenas acaba de arrancar.

El jugador viajará esta semana a Barcelona para someterse a nuevas pruebas

Tras hacerse pública la noticia, el Manchester City ha querido mostrar su apoyo al portero en la recuperación que tiene por delante. Bravo, una vez digerida la noticia, colgó en sus redes sociales un mensaje de optimismo: "No importa lo que pase, o lo malo que parezca el día de hoy, la vida continúa y mañana será sin duda mejor".

Un problema para el City

Con la baja prácticamente segura del chileno, a Pep Guardiola le ha surgido un contratiempo inesperado. Claudio Bravo, de 35 años, era el portero suplente del Manchester City. Pese a que el mercado de fichajes de la Premier League está cerrado desde el 9 de agosto, la federación inglesa (FA) prevé reabrirlo para los clubes que sufran, en sus filas, lesiones de gravedad. Aún así, el club se tendrá que mover rápido. De momento, en el banquillo del Etihad estará el tercer portero: Daniel Grimshaw, que tiene 20 años, fue el guardameta titular del City en la pasada Youth League y aún no ha debutado, en partido oficial, con Guardiola.

Claudio Bravo aterrizó en Manchester en agosto de 2016. El club 'citizen' pagó 18 millones de euros al Barça, club en el que el chileno estuvo dos temporadas, compartiendo titularidad con Ter Stegen, en las que consiguió ocho títulos, entre los que destacan dos Ligas, la gran competición en la que Luis Enrique le dio la titularidad. Después, Guardiola lo pidió, de forma expresa para suplir a Joe Hart, gracias a su dominio del juego con los pies, y dispuó 30 partidos en su primer año. La temporada pasada, con la llegada del brasileño Ederson, el chileno pasó a ocupar el banquillo del Etihad Stadium.