El 13 de mayo de 1902, un recién nacido Real Madrid se enfrentó al veterano Fútbol Club Barcelona (dos años y medio de vida) en la semifinal de la Copa de la Coronación. Aquel encuentro, que los catalanes ganaron claramente (3-1), es el primer gran derbi de la historia. Pero no fue hasta 117 años después cuando estos choques entre dos grandes del fútbol mundial empezaron a ser considerados clásicos. El término empezó a germinar el 7 de marzo de 1992, cuando las teles autonómicas agrupadas en la FORTA emitieron el primer Barça-Madrid con control de audiencias. Con los audímetros se pudo por fin certificar con números el fenómeno sociológico de algo más que un partido de fútbol, capaz de paralizar el país y reunir a 650 millones de espectadores en todo el mundo!

En un exhaustivo informe realizado por la empresa Barlovento Comunicación, a partir de los datos de audiometría de Kantar Media, se especifica que, en estas casi tres décadas con audímetros, se han retransmitido 80 clásicos en cuatro competiciones oficiales: Champions, Liga, Copa y Supercopa. Pero precisa que solo se tienen datos de 72, ya que hubo ocho encuentros de los que no hay datos, ya que se ofrecieron en el por entonces novedoso pay per wiew (PPV) de dos desaparecidas ofertas por satélite: Vía Digital y Canal Satélite Digital (arietes, por cierto, de la primera gran guerra del fútbol).

Pero al margen de este lapsus tecnológico de la audiometría, los datos que proporciona Barlovento permiten comprobar la paulatina revolución que trajo consigo en 1992 Canal+: se empezó a vislumbrar lo que parecía imposible y ya es una realidad: para ver un clásico, hay que pagar (salvo que la suerte haga que se crucen en la Copa, como este año).

El paso del clásico de abierto a pago ha sido en estas tres décadas muy paulatina (incluso hubo clásicos en abierto y cerrado simultáneamente), pero irremediable, y ya está plenamente asumido. Así, el problema ahora ya no es el rechazo social, sino tecnológico: el control de audiencia de los clásicos codificados no es ni mucho menos real: cuántos amigos se reúnen en el hogar del único que tiene fútbol de pago? Y en un bar? Y los que piratean la señal (que siguen siendo bastantes)?Así, cuesta creer que la media de los 25 clásicos que se han emitido codificados sea de 1.641.000 espectadores (11,4%), mientras que esta misma media de los últimos 50 clásicos en abierto, de 8.691.000 (55,7%).

Al margen de esta tara técnica, lo que sí parece indiscutible que el pelotazo de audiencia de estos 80 clásicos es un partido histórico: la vuelta de semifinales de Champions League de la temporada 2010-2011. Aquel gran espectáculo deportivo, en el que el Barça de Guardiola se clasificó en el Camp Nou (1-1)para la no menos histórica final de Wembley tuvo una media de 14.114.000 espectadores con un estratosférico 66,9%.

También este partido, que emitió TVE-1, tiene el récord de audiencia acumulada de un clásico (22,7 millones de contactos) y el minuto de oro de todos los Madrid versus Barça: a las 22.26 horas de aquel 3 de mayo del 2011, 16,8 millones de personas en España seguían por televisión el partido.

Si en vez de partido completo se cataloga la emisión más vista de los clásicos, el trabajo de Barlovento afirma que esta fue la prórroga de la Copa del 2011, y que ganó el Real Madrid (un mes antes de la eliminación de la Champions). Aquella emisión, de solo 30 minutos, que dieron TVE-1 y TV-3, reunió a una media de 14.172.000 espectadores (73% de cuota), con más de 17 millones de contactos.

Al margen de los clásicos, el estudio también ofrece un dato mantener atentos a los forofos. En estos casi 30 años se han emitido un total de 168 partidos del Barça y solo 125 del Madrid. Eso sí, los del Madrid tienen más audiencia (6.713.000 y un 37,5%) que los del Barça (6.216.000 y un 35,5%). Todo en el global de España, claro.