El proceso de activación, física y mental, que necesitan los equipos que se ven inmersos en la preparación de un final de liga exprés resulta una prueba de alta exigencia. En esas está el Ciudad de Lucena, que tiene en el horizonte el seductor desafío de pelear por un salto de categoría.

"A 180 minutos del sueño", resalta la entidad celeste a través de sus redes sociales, que cada jornada se salpican de mensajes positivos que tratan de estimular a todos los actores de una excitante película que busca un final feliz. Un puesto en la Segunda División B es poco menos que el paraíso para una entidad que en muy poco tiempo ha devuelto la pasión del fútbol a la ciudad aracelitana.

El plantel que adiestra Dimas Carrasco se ejercita ya con el grupo al completo y de manera diaria en las instalaciones del estadio. En la mente de todos está el calendario que aguarda en la segunda quincena de julio en el Marbella Football Center. Primero, el Xerez DFC, ante el que basta el empate para meterse en la gran final. Ahí aguardará el vencedor del cruce entre el Betis Deportivo y el Utrera. El filal verdiblanco acude con la ventaja de ser el campeón. En Lucena, sin embargo, no se amilanan.

Toni Pérez atiende a los medios en la sala de prensa del estadio Ciudad de Lucena.

"Tenemos una ilusión tremenda", declaró uno de los puntales del Ciudad de Lucena, Toni Pérez, a los periodistas al final de la sesión vespertina del jueves. El centrocampista canario admitió que lo que más echaba de menos era "el contacto con el balón" y tenía dudas sobre cómo podría "responder el cuerpo" después de estar "tanto tiempo parados", aunque "salieras a correr". La realidad ha lanzado mensajes positivos, según el jugador, que ha visto "buen tono físico" en sus compañeros y ha advertido que será importante la concentración para abordar esas citas clave tras varios meses fuera de la competición. "Las finales se deciden por pequeños detalles", subrayó.