El lateral izquierdo del Córdoba Domingo Cisma cumplirá esta semana tres meses desde que fuera intervenido de la rotura del menisco externo y el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda. Sin embargo su buena evolución le lleva a confiar en volver a trabajar con la plantilla del Córdoba el próximo octubre.

«Es la lesión más grave de mi carrera, porque nunca estuve más de un mes y medio de baja», manifestó ayer Cisma, cuyas vacaciones se centran en la rehabilitación de la rodilla, cuya evolución depende de «las cargas que se metan y la respuesta de ésta».

Cisma, de 34 años, prefiere ahora «no mirar a largo plazo» y sí recuperarse «lo antes posible» para ponerse a las órdenes Luis Miguel Carrión, en la temporada de contrato que le resta con el Córdoba. En principio el club, tras la intervención quirúrgica, cifró su periodo de recuperación en al menos nueve meses, por lo que el sevillano podría recortar plazos si continúa la actual evolución y ganar al menos un mes de carga competitiva.

Pese a ello, es consciente de que la rodilla siempre es «compleja» y también influye «la genética de cada uno». Además «no siempre la rehabilitación es igual» para cada jugador, subrayó.

Cisma se refirió al «complicado» final de temporada del equipo, porque «desde fuera se sufre más», ya que uno se siente «impotente» porque no puede ayudar. El defensa añadió que es «verdad que se acabó bien, pero por momentos la situación fue compleja» para lograr la permanencia en Segunda.