Chris Froome es un salvaje. Sin más. Y, además, se encuentra en un estado de forma pletórico, mucho mejor que el que exhibió en el Tour, donde se le apreció un nivel quizá por debajo de años anteriores. Sin embargo, en la Vuelta sale reforzado en cada etapa. Este domingo tras un fulgurante ataque en el kilómetro final a la subida conocida como Cumbre de Sol, el Puig Llorença, arañó cuatro segundos a Esteban Chaves, el segundo de la general y el segundo de la etapa.

De nuevo, Alberto Contador, al igual que David de la Cruz, estuvieron entre los mejores. Pero Froome, con su equipo, concretamente Mikel Nieve dejándolo a mil metros de la cima, no mostró ninguna flaqueza para conseguir su primera victoria de etapa en la Vuelta a España 2017. Este lunes habrá la primera jornada de descanso.