'Mind the gap'. Cuidado con el hueco. Le llovían goles al Arsenal, primero de Dele Alli, después de Harry Kane. Era el último derbi del norte de Londres en White Hart Lane y los aficionados del Tottenham escogieron la característica advertencia del metro de la ciudad para informar al Chelsea que pelearían hasta el último aliento. El público 'spur' vibró en un estadio con fecha de caducidad doblegando a su rival más íntimo, cantándole a Arsène Wenger que les haga el favor de renovar su contrato (2-0). El Tottenham va a toda velocidad y practica el fútbol más vistoso de la Premier, pero recortar cuatro puntos al Chelsea en cuatro jornadas parece una misión imposible.

"¿Es demasiado pronto para decir que tenéis una mano en el trofeo?", preguntaron a Antonio Conte tras la victoria 'blue' en casa del Everton (0-3). El italiano casi susurró la respuesta, afirmativa, con un tono de voz bajísimo que se contrapone a sus gritos y efusividad en el área técnica. El Everton fuera de casa era el rival más comprometido que les restaba. Quedan Middlesbrough, West Brom, Watford y el descendido Sunderland.

PEDRO NO FALLA

Pedro Rodríguez, un escogido para momentos importantes, marcó el gol más difícil. Nadie define con tanta rapidez, no importa con qué pierna. Un zurdazo del exazulgrana desde fuera del área enloqueció a los fans que se habían desplazado desde Londres. Cahill y Willian cerraron el encuentro cuyo resultado se aplaudió en el Lane. Eran los fans del Arsenal, que a falta de alegrías propias buscaron otros motivos de celebración.

Con un partido menos que los otros aspirantes a la tercera y cuarta plaza, los 'gunners' también buscaron consuelo en los pobres resultados de los equipos de Manchester. José Mourinho volvió a empatar en casa frente al Swansea. El United tiene un punto menos que Liverpool y Manchester City.

EL SUFRIMIENTO DEL CITY

En Riverside el conjunto de Pep Guardiola siguió transmitiendo excesiva vulnerabilidad. El Middlesbrough apenas llevaba 15 goles anotados en la Premier y se avanzó dos veces ante los celestes. Pep cambió el sistema en el descanso y su equipo notó una mejora notable respecto al planteamiento inicial. Un gol de Agüero de penalti y otro de Gabriel Jesús a falta de cinco minutos para el final rescataron un punto insuficiente para desmarcarse. "La lucha por acabar en el Top 4 estará abierta hasta el último partido", reflexionó Guardiola. Esta semana el técnico catalán dejó caer que la temporada podría haber sido distinta si hubieran contado, desde el inicio, con su ángel Gabriel Jesús.