La Segunda División está trufada de tópicos que no lo son tanto, de conceptos que ya son intrínsecos a la propia categoría. Por un lado, la igualdad existente entre sus equipos a pesar de que, a priori, algunos presupuestos deberían obligar a pelear por abajo y otros por los puestos de privilegio. Otro de los tópicos, precisamente, es el de las sorpresas. Equipos o jugadores que rompen esa teórica previsión de situaciones y que fruto de esa igualdad destacan sobre el resto.

También está el de estar conceptuada como una de las competiciones más destacadas en Europa y, cómo no, también existe el tren frenético de las últimas diez jornadas, cuando se pega el último acelerón para intentar conseguir en esos últimos meses lo que no se ha logrado en los primeros dos tercios de Liga. A todos esos caracteres intrínsecos de la categoría de plata del fútbol español hay que unir un nombre, el de Juan Francisco Martínez Modesto Nino, máximo goleador en activo de Segunda División (183 goles) y con el que el Córdoba se cruzará, una vez más, el próximo domingo. No tiene todas las papeletas para ser titular, ya que Pacheta sopesa darle algo de descanso, próximo a cumplir ya los 39 años, pero a buen seguro el almeriense estará sobre el verde del Martínez Valero. Al igual que lo estuvo hace 18 años ante el Córdoba y contra el actual técnico blanquiverde, Rafa Navarro.

La pasada semana se cumplieron 18 años del primer triunfo blanquiverde en Elche en Segunda División en la historia de sus enfrentamientos. El Córdoba llevaba seis meses sin ganar lejos de El Arcángel y lo hizo a las órdenes de Juan Verdugo, que era el tercer técnico de aquella campaña, tras iniciarla Pepe Escalante y relevarle Luis Sánchez Duque, que apenas duró ocho jornadas en el banquillo cordobesista.

En aquel Elche jugaban futbolistas como Javi Navarro, que cruzaba entonces el puente ilicitano que suponía el paso del Valencia al Sevilla, en donde se hizo un clásico; el exatlético Vizcaíno, ya en el crepúsculo de su carrera deportiva y que fue expulsado en el minuto 68; el gallego Changui, que anotó uno de los goles y que en la siguiente campaña ficharía por el Deportivo de la Coruña, y también un joven Nino, que anotó aquella temporada una docena de tantos, siendo el máximo goleador de los franjiverdes. Estuvo cuatro temporadas más en el club franjiverde, para pasar posteriormente una en el Levante, en Primera División, aunque con el club granota no tuvo suerte, por lo que se marchó al Tenerife. Cuatro temporadas con los chicharreros en las que le dio tiempo a vivir desde un ascenso a Primera, con el hoy blanquiverde Alfaro, hasta un descenso a Segunda B. De la isla voló a Navarra, en donde estuvo enrolado en el Osasuna durante cinco campañas, siendo las mejores las dos últimas, en las que anotó en total 18 goles. Finalmente, hace dos años y medio, cerró el círculo para regresar a un Elche con el que sufrió también el descenso a Segunda B y el pasado verano el regreso a la categoría de plata.

Aquel 31 de marzo del 2001 tenía enfrente al Córdoba de Rafa Navarro, que también fue titular en aquel primer triunfo de plata en Elche en el que supuso el primer gol de Ariel Montenegro como blanquiverde y que supuso la victoria, a cuatro minutos del final, tras remontar el gol local, a los 36 minutos.

Estuvo Rafa Navarro dos temporadas más en el Córdoba, hasta la 2002/03, en la que salió en le mercado invernal al Ceuta, con el que no consiguió meterse en la fase de ascenso a Segunda. A pesar de ello, continuó en el conjunto ceutí una campaña más. Tras apurar sus últimos partidos como profesional en el Linares y en el Villanueva, también en Segunda División B, se marchó a la banda a dirigir equipos. Su labor más destacada, la realizada en el Espeleño, una localidad con menos de 3.000 habitantes a la que logró meter en Tercera División y pelear por las eliminatorias de ascenso a Segunda División B. El pasado verano, Rafa Berges le llamó para integrar el organigrama deportivo del Córdoba y no se lo pensó. Hace algo más de un mes también le ofreció el cargo de entrenador del primer equipo y el de Ciudad Jardín dio el paso hacia delante.

Ahora, 18 años después, se vuelve a encontrar con Nino, aunque el goleador almeriense continúa en el mismo sitio, en el campo. Prácticamente una generación después, Navarro llega de nuevo para lograr los tres puntos.