Un «día de tristeza». Así definió Luis Carrión el estado de ánimo suyo y del cordobesismo tras el naufragio del conjunto blanquiverde ante el Gimnástic de Tarragona. En sala de prensa, el aún técnico del Córdoba aseguró sentirse «tocado» pero «no hundido», ya que «no se puede agachar la cabeza por una cosa mala que te pase». En un planteamiento casi filosófico, el técnico de los blanquiverdes continuó afirmando que «en el fútbol y en la vida hay que tener la cabeza arriba siempre».

Sin duda son horas difíciles para él, con su continuidad al mando del banquillo del Córdoba pendiendo de un hilo, algo que reconoció abiertamente cuando fue cuestionado sobre si entendería su destitución. Aunque la pregunta se le realizó al revés. ¿Entendería el Luis Carrión aficionado la continuidad del Luis Carrión entrenador? «Probablemente no, porque los resultados mandan. Tampoco soy una persona excesivamente querida por parte de la afición, así que lo normal es que pensara que no, siendo sincero». Y más que sincero, fue hasta empático con la afición cordobesista que ayer, al menos en una proporción importante de los socios del Córdoba, estalló y pidió su cese durante todo el partido.

«Es normal que me canten, yo no lo haría en el lugar de la afición porque no me gusta silbar en los campos de fútbol, pero entiendo que el de al lado lo haga, es normal», respondió el barcelonés cuando se le preguntó sobre la reacción de parte de la grada ayer, y sobre la focalización de los cánticos en su persona. No quiso entrar al trapo, sin embargo, cuando se habló de la grada de animación y su comportamiento durante el partido. «Sé por donde vas pero no voy a entrar en eso», fue su respuesta.

«ESTÉ YO O NO»

Carrión era ayer un hombre abatido y eso se notó cuando se la planteó abiertamente si se veía capacitado de sacar la situación adelante. En ese momento se tomó un par de segundos para pensar la respuesta, aunque finalmente salió de su boca lo que llevaba dentro: «No lo sé, espero que esto se saque adelante, y que esté yo o no se saque un buen resultado en Oviedo y cambie la dinámica». Y acto seguido, sacó pecho por sus jugadores, al asegurar que «este equipo ha demostrado que ha hecho buenos partidos. Creo que se necesita conseguir un resultado positivo y ser fuertes. Es un momento para ser fuertes».

Y obviamente, tras semejante capote a su plantilla se le preguntó si tras la imagen dada ayer ante el Nástic se sintió reforzado por ellos. También en este caso fue meridiana su respuesta: «Muchos pensarán que soy buen entrenador, el que juega más estará más contento que el que no, pero lo que hay que hacer es competir, no por mí, competir simplemente para sacar los puntos. Hay que dejarlo todo en el campo, el fútbol es un deporte muy bonito y hay que ir siempre a por la victoria».

El análisis de lo visto en el campo fue muy efímero, ya que tras la abultada goleada encajada había «poco que explicar», según Carrión. «Nos han marcado dos goles en dos acciones mal defendidas por nosotros, como ha pasado casi todo el año. Luego hemos llevado el peso del partido, hemos marcado un gol pronto y hemos tenido alguna ocasión para empatar que no hemos materializado. Y luego (en referencia a la segunda parte) es una tristeza todo lo que se ha visto».

Para finalizar, se le preguntó abiertamente si cree que este es su final como técnico del Córdoba. «No sé si será el fin. Hay que actuar en consecuencia con lo que ha pasado, yo el primero, y ya está. No sé si será el fin o no, es algo que me reservo para mí, lo que yo piense».