El partido de mañana se antoja importante en el devenir de Luis Carrión, técnico del Córdoba, y por ende en el futuro a corto plazo del equipo. Ello se notó y mucho en la rueda de prensa de ayer, en teoría para analizar el partido de mañana ante el Nàstic (20.00 horas en El Arcángel), en la que estaba aún muy reciente la decepción de la derrota en Lugo. Carrión reconoció que los jugadores están «fastidiados», y que su función hasta el partido de mañana es «hacerles levantar la cabeza después de un partido malo». «Espero que mis jugadores sean fuertes, las malas situaciones se pueden remontar».

En una situación de tensión palpable, apeló a los buenos resultados conseguidos en los últimos partidos ligueros en casa, en los que se ganó al Tenerife y al Alcorcón, en busca de la reacción deseada: «En casa siempre hemos competido bien, esperamos poder hacer un buen partido para conseguir tres puntos y pensar que hemos logrado seis puntos en una semana».

¿TODOS TRISTES?

«No sirve de nada pensar en lo que pasó en Lugo y machacarse con ello», continuó Carrión, que sin embargo respondió mucho más tenso cuando este periódico le preguntó si el máximo accionista del equipo, a tenor de la situación límite del barcelonés en el banquillo, ha hablado con él en las últimas horas, tras el choque en tierras gallegas. El barcelonés afirmó que «si hubiera hablado con él no lo diría, porque no me sirve de nada decirlo». Y continuó con ironía al asegurar que González «unas veces está más contento y otras veces más triste, como todos vosotros (refiriéndose a los medios de comunicación allí presentes) supongo, ¿no?». Y recalcó su primera pregunta con una segunda intervención, más directa aunque no más clarificadora: «¿Ayer (tras la derrota en Lugo) estaríamos todos tristes, no? Vale».

Y es que el crédito de Carrión sigue agotándose. Desde la sonora derrota por 4-0 ante el Barcelona B, la propiedad comenzó a buscar alternativas para dirigir el equipo blanquiverde, al entender que las sensaciones del equipo, desconectado e incapaz de competir en muchas fases del partido, fueron mejorables. Desde la planta noble de El Arcángel se piensa que la confección de la plantilla en verano ha sido buena, y que hay cimientos para construir un equipo que no solo saque mejores resultados, sino que genere una identidad y forma de tratar el balón que el Córdoba de Carrión, hasta ahora, solo ha explorado en el plano teórico.

UNA REALIDAD DEMOLEDORA

La realidad es demoledora, con un equipo que ha encajado 17 goles en nueve partidos, el que más de la categoría, y que es la segunda plantilla de la historia blanquiverde que más derrotas lleva en las nueve primeras jornadas de Liga.

Las sucesivas derrotas a domicilio en Granada, Valladolid y Lugo, con el oasis del encuentro vencido al Alcorcón en El Arcángel, terminaron por afianzar la pérdida de confianza de la propiedad nacida tras el Mini Estadi. Si no se contrató a otro entrenador tras caer en Valladolid fue porque las alternativas activadas desde tiempo antes no terminaban de fructificar.

Y es que hasta dos entrenadores le dijeron que no a González, lo que mantuvo a Carrión en el cargo. Hasta perder en Lugo, el máximo accionista no quiso valorar terceras o cuartas opciones, entre las que está Sergi Barjuan, muy cercano al entorno de González.

La propiedad tiene atado a un sustituto para suplir la posible destitución de Carrión, siempre y cuando la situación lo requiera, tras el partido ante el Nàstic. Lo que no tuvo en la recámara tras el encuentro del José Zorrilla sí es hoy una realidad. Hay alternativa al actual entrenador del Córdoba, que lo tiene muy complicado, aunque en caso de reacción positiva la situación se mantendría una semana más. La alternativa existe pero el barcelonés aún tiene una bala disponible para salvarse.

El Córdoba no solo debe ganar sino también convencer con un partido muy completo en el que el equipo demuestre que puede dominar y vencer al rival por tener un nivel de juego superior. Siempre a expensas de la valoración que se haga, tanto del resultado como de la imagen dada por el equipo, por parte del máximo accionista, que es quién decidirá en última instancia la continuidad o no del actual técnico blanquiverde.

STEFANOVIC SE RETIRÓ

En cuanto al entrenamiento del equipo, se notó el viaje de 13 horas tras el partido en Lugo, y la sesión apenas duró 45 minutos, con ejercicios de recuperación y un rondo para descargar las piernas. Jaime Romero se ejercitó en solitario al principio, aunque luego se unió al resto del grupo, y Carrión aseguró en la rueda de prensa posterior de que estará apto para el encuentro de mañana. Igor Stefanovic, por su parte, se ejercitó con un chaquetón encima y se retiró a los 20 minutos de empezar. El técnico aseguró que tiene «leves problemas estomacales», y que estos no le impedirán, en principio y a falta de evolución, estar en la convocatoria.

La situación de excepcionalidad que se vive en el Córdoba hizo que apenas se tratase al conjunto rival, el Nàstic, en la rueda de prensa. Un equipo que Carrión ha «analizado» y que tiene «gente buena arriba como Barreiro, Uche o Delgado». Aunque aseguró que «si nosotros damos lo que tenemos que dar seguramente estaremos cerca de la victoria, respetando al máximo al rival».

Hoy, última sesión a puerta cerrada en El Arcángel para preparar el partido de mañana, que se disputará a las 20.00 horas en el estadio cordobesista, un duelo al que Carrión llega en su hora más baja como entrenador del equipo blanquiverde.