En varias ocasiones repitió Carlos González, como un mantra, la exigencia que tiene, a partir de ahora, de que Jesús León avale personalmente la operación, con su patrimonio personal. «Volver a sentarte con ellos no es fácil, yo no cierro ninguna puerta a nadie, pero tengo muy claro que tengo difícil sentarme otra vez con ellos», aseguró el aún máximo accionista del Córdoba.

«Yo lo que digo es que lo que sabe toda Córdoba es que yo garanticé personalmente la operación, que la compra a Prasa estaba avalada personalmente por mí. Porque yo sabía que iba a pagar. No sé por qué los demás no lo pueden hacer. Si van a pagar no tendrán ningún problema. Digo yo. No estoy pidiendo un aval que les cueste dinero, un aval financiero o dinerario, sino un aval personal. Y si no lo quieren poner no sé por qué. Porque yo lo puse, ¿eh?», recordó González, que además reconoce que «en el contrato del día 20 no se habla de avales personales. Habla de que no pueden pignorar las acciones, cosa que han hecho. En el contrato de arras se amplía con el borrador de minuta, uno tiene 10 páginas y el otro 100, y en él va todo. El contrato arras que pasamos al abogado de ellos iba especificado y ellos dieron el visto bueno a ese contrato. Una cosa es el contrato arras y otra la minuta de compra. Y en ésta viene claramente que no pueden transferir porque son las garantías que tiene Azaveco para poder cobrar. Esto es muy fácil. Si a mí me quitan las garantías de cobro, pues difícilmente voy a vender, ¿no? Y a partir de hacer esa jugada yo, para retomarlo, porque en ese momento yo podía haberme levantado y decir hasta aquí hemos llegado, como quieren comprar y yo quiero vender, les he pedido que visto lo que han hecho que avalen personalmente. Algo en lo que no deberían tener ningún problema, porque si van a pagar... No sé, creo que si vas a pagar no debes tener ningún problema», insistió el máximo accionista de la entidad blanquiverde. Habló también de lo firmado el pasado día 20 de diciembre. «Entendemos que el contrato de arras que se firmó está perjudicado y no tiene validez y por lo tanto si quieren retomar conversaciones las nuevas condiciones son estas: avalar personalmente. El resto de condiciones son las mismas. El pago, las económicas, ni estamos subiendo precio ni pedimos que nos paguen ya. La única condición es que en vez de avalar con las acciones, que se haga personalmente», reiteró González.

Sobre el ambiente generado en la ciudad en los últimos días, de mayor tensión, González no mostró, aparentemente, ninguna preocupación. «¿El ambiente? Pues nada, ese ambiente lo llevo viviendo muchos años. Nada. No tengo nada que decir al ambiente, llevamos muchos años y seguiremos con ese ambiente. No es una decisión mía ni depende de mí. Yo porque haya buen o mal ambiente, como puedes comprender, no voy a regalar el club. Porque a mí no me lo regalaron habiendo también mal ambiente y saliendo los jugadores con caretas del presidente y no sé qué. Me ha costado 4,25 millones y una deuda de 12, sanear una deuda de 12. He hecho lo que muchos querían, regalar el club por 8,5 millones, que me llama un montón de gente para decirme si estoy loco por venderlo por ese precio y se lo he vendido a quien quería Córdoba, que es a un cordobés. Y si ese señor no cumple, pues yo ya no puedo hacer más, absolutamente nada más, porque no tengo más ofertas y por lo tanto... Solo tuve la de Garrido, que le dije que no, y la de estos señores», aseguró el máximo accionista del Córdoba. Eso sí, avisó de que «me lo tienen que pagar; lo que no pueden pretender es que porque haya mucho ruido en Córdoba, no cobre. Porque creo que a Prasa nadie le exigió que no cobrara. Y también había mucho ruido. Y ha cobrado todo Prasa, ¿no? Pues yo quiero lo mismo que Prasa y que cualquiera que vende algo mañana. Pues quiere que le garanticen que va a cobrar».