El ex-presidente de la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, Carlos Ghosn, está dispuesto a pagar a Renault la factura de los gastos de alquiler del Gran Trianon del Palacio de Versalles para su boda. La marca habría asumido ese gasto por un "malentendido", según su abogado, Jean-Yves Leborgne.

"Por supuesto, está dispuesto a pagar", afirmó el abogado francés de Ghosn, Jean-Yves Leborgne, en una entrevista a la emisora France Info. "Este malentendido se podría regularizar con una facturación que no se hizo" cuando el directivo se casó en una de las dependencias del Palacio de Versalles, el 8 de octubre de 2016, precisó Leborgne, que hizo hincapié en que "Renault en este caso no pagó un solo céntimo".

El Palacio de Versalles no cobró a Ghosn el alquiler de las salas en las que se desarrolló la boda -un servicio estimado en 50.000 euros-, sino que lo imputó al contrato de mecenazgo que tiene con Renault, en virtud del cual el fabricante de coches utiliza para algunos de sus actos dependencias del palacio.

Según la versión del abogado, el entonces presidente de Renault pensó que el Palacio de Versalles le hacía un regalo personal a él por la "relación privilegiada" con su empresa, y no fue consciente de que ese alquiler se imputó al contrato con Renault.

Preguntado sobre cómo es posible que Ghosn no se informara de los detalles, Leborgne hizo notar que era una persona muy ocupada que estaba "al frente de un imperio industrial", de forma que "con toda probabilidad no vio ni una sola factura".

Renault indicó que ha descubierto una posible operación irregular cometida por Ghosn, estimada en unos 50.000 euros en su beneficio personal, y que llevará este asunto a la justicia.