Cumpliendo una tradición entre los vecinos de Southfields y Wimbledon Village con el All England Tennis Club, este domingo no hay partidos en el tercer grande de la temporada. Tan solo el Aorangi Park mantiene actividad con los últimos entrenamientos, donde los supervivientes tras la criba de la primera semana afilan sus armas.

Se acepta así un acuerdo histórico entre ambas partes para preservar las pistas de cara a la segunda semana y que la hierba tenga un respiro, sobre todo en este verano inusual de calor en Londres. Para que descansen además jugadores/as, jueces de silla y recogepelotas, y también para que los vecinos de esta parte del Sur de Londres puedan disfrutar del día, sin el alboroto de los miles de aficionados que pululan a diario por Church Road.

Y ya en la segunda semana se verán caras nuevas en esta fase final del considerado rey de los torneos del Grand Slam, como el francés Gael Monfils, el estadounidense Mckenzie McDonald, y el griego Stefanos Tsitsipas, en la parte superior del cuadro masculino, y el ruso Karen Khachanov, el letón Ernests Gulbis, y el checo Jiri Vesely en la inferior.

Wimbledon ha sido también muy selectivo con la nueva generación, que tendrá que esperar otra edición para armar ruido. Han quedado fuera jugadores con proyección como el croata Borna Coric, los australianos Nick Kyrgios y Alex de Miñaur, el canadiense Denis Shapovalov, el estadounidense Frances Tiafoe, el chileno Christian Garin, y otros ya consagrados, como el alemán Alexander Zverev, el austríaco Dominic Thiem y el belga David Goffin.

En total solo diez jugadores, de los 32 iniciales favoritos, han mantenido su condición de cabezas de serie, repartidos seis y cuatro en ambos lados del cuadro: Roger Federer (SUI, 1), Adrian Mannarino (FRA, 22), Kevin Anderson (AFS, 8), Milos Raonic (CAN, 13), John Isner (USA, 9), y Stefanos Tsitsipas (GRE, 31), en la parte superior, y Novak Djokovic (SRB, 12), Kei Nishikori (JAP, 24), Juan Martín del Potro (ARG, 5), y Rafael Nadal (ESP, 2) en la de abajo.

A diferencia del masculino, en el femenino se ha producido una tremenda revolución con nueve jugadoras de las 16 clasificadas para la segunda semana, arribando por primera vez a esta instancia. En el camino han sido barridas nueve de las diez primeras del mundo, sobreviviendo únicamente la checa Karolina Pliskova, octava, que también inaugura octavos en Wimbledon.

A ella se han unido caras nuevas como la sorprendente taiwanesa Su Wei Hsieh, que apartó a Garbiñe Muguruza en el Abierto de Australia, la bielorrusa Aliaksandra Sasnovich, la rusa Daria Kasatkina, la holandesa Kiki Bertens, la alemana Julia Goerges, la croata Donna Vekic, la rusa Evgeniya Rodina, y la belga Alison van Uytvanck, verdugo de Garbiñe, defensora del título.

Esta última celebró con total naturalidad su triunfo ante la estonia Annett Kontaveit acercándose a las gradas, buscando a su novia, su compatriota de 20 años Greet Minnen, y besándola en la boca.

"Decidí hacerlo público y no mantenerlo en privado porque soy feliz, no importa si es con un hombre o una mujer. No hay que tener vergüenza, quiero ser libre. No tengo ninguna enfermedad", dijo después.

Uytvanck se ha significado siempre por su defensa de la igualdad de derechos. Hace poco admitió que siendo más joven había sufrido acoso por parte de otras tenistas por su condición sexual, en una entrevista en la revista Blick, donde además criticó la actitud de Margaret Court cuando la australiana calificó como "obra del demonio" a las personas transgénero.

Julia Ostapenko (LET, 12) y Daria Kastakina (RUS, 14) y Angelique Kerber (ALE, 11) son las únicas cabezas de serie que se han mantenido en la parte alta del cuadro donde la criba ha sido más espectacular. Por abajo, Karolina Pliskova (RCH, 7), Kiki Bertens (HOL, 20), Julia Goerges (ALE, 13) y Serena Williams (USA, 25), también han navegado con fortuna, salvando sus obstáculos.

La segunda semana dictará quienes son los más fuertes en Wimbledon, donde luce el sol y reina la paz hasta que de nuevo este lunes estallen las emociones.