El Córdoba CF vivió una tarde gris en la Ciudad Deportiva Luis del Sol. Allí se desplazó en autocar desde la ciudad califal, llegó dos horas antes del comienzo del partido y comenzó el calentamiento en el campo secundario de las instalaciones béticas, donde finalmente se disputó el partido. El ambiente fue desapacible en lo climatológico, con nubes constantes y amenaza de lluvia. La granizada final, que despidió a los blanquiverdes -este domingo, rojiblancos, ya que jugaron con su tercera equipación- fue paradigmática, simbólica del partido disputado en las instalaciones del Real Betis.

[Así hemos vivido en directo el Betis Deportivo-Córdoba CF]

El campo principal de la Ciudad Deportiva Luis del Sol está en pleno proceso de resiembra, y las únicas que pisaron esa hierba fueron unas palomas que, alegremente, picoteaban entre las semillas en su particular banquete. Muy distinta fue la cosa para el Córdoba CF. El terreno de juego, algo duro por el frío que ha azotado España de norte a sur, estaba, eso sí, bien trabajado. No fue una rémora para los blanquiverdes, aunque sí un síntoma de lo que es esta Segunda B de la que lucha por salir lo antes posible. Al final del encuentro, una fuerte granizada despidió a ambos equipos. Paraguas desplegados para ver marcharse a vestuarios a los blanquiverdes, con un punto en el zurrón y una ducha de agua caliente ya en sus casas, tras el camino de vuelta.