Llegó la hora de la verdad para el Cajasur Córdoba BM. Todo lo trabajado, sufrido, disfrutado y sentido durante los últimos ocho meses se pone en juego durante tres días para poner la guinda al pastel de la temporada y traerse para casa un ascenso a División de Honor Plata que sería valiosísimo. Tendrá que ser lejos de casa, en Santoña, a 850 kilómetros, pero ello no minará lo más mínimo la ilusión y las ganas de hacer historia en las filas granates.

Porque el Cajasur CBM está en Santoña por méritos propios, completando una liga regular que ha rayado la matrícula de honor y demostrando una madurez impropia de la media de edad del equipo, la más joven de todos los contendientes al ascenso. Es por ello que en tierras cántabras se espera refrendar el trabajo de toda la temporada, que, traducido en números, arroja un balance de veinticuatro victorias, un empate y tres derrotas.

Todo ello supone garantía suficiente para que los granates sean de Plata el domingo a eso de las 14.30, pero hay un pequeño problema, porque Santoña, Calvo Xiria y Elda buscan el mismo objetivo, y solo uno de los cuatro lo conseguirá. De esta manera, en el Tomás de Teresa, pabellón que será una olla a presión, los granates necesitarán dar lo mejor de sí mismos si quieren conseguir el ascenso. El Cajasur deberá vérselas en el partido inaugural de la fase hoy a las 18:30 con el Elda, midiéndose el sábado al Calvo Xiria gallego a las 20.30 y cerrando la competición el domingo contra el anfitrión Santoña a las 12.30.

Tres rivales potentes y que, al igual que el Cajasur, están por méritos propios a un paso del ascenso. Escribano analizó a las escuadras adversarias y demostró un respeto enorme por cada una de ellas. Sobre los alicantinos, primer rival, el mister cordobés apuntó que «es un equipo parecido a nosotros, le gusta mover el balón y buscar situaciones de lanzamiento en seis metros. Está muy bien trabajado en defensa, ataque y contraataque».